Este lunes se dará a conocer el veredicto en el juicio a Marco Lasserre, el único acusado por el doble crimen de Laura Rivero y su hijo Thiago, de seis años, quienes fueron asesinados a puñaladas el 3 de abril de 2019 en Parque Barón, partido de Lomas de Zamora. La familia de las víctimas confía en que recibirá la pena máxima.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas leerá a las 12 y vía la plataforma Zoom el veredicto.
El fiscal Andrés Procopio solicitó durante la etapa de alegatos que Lasserre sea condenado a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y alevosía”, en perjuicio de Rivero y “homicidio agravado por alevosía”, respecto al hijo Thiago Castro.
En el juicio, los jueces escucharon ocho testigos, entre ellos a la ex esposa de Lasserre, quien relató que el imputado la quiso matar y estuvo detenido tres años.
Expectativas
En diálogo con Info Región, la hija y hermana de las víctimas, Sofía Acuña, expresó que vivió el desarrollo el juicio con “nervios” y “mucha bronca”. “Quiero perpetua para ese desgraciado, porque en la que salga nos mata a todos. Hay muchas personas corriendo riesgo si llegara a estar libre. Se merece sufrir. Espero que el juez haga justicia“, reclamó.
Por su parte, la hermana de Laura y tía del pequeño de 6 años, Lorena Rivero, manifestó que aguardan que le den la pena máxima. “Esperamos la perpetua“, recalcó y completó: “Ojalá cambien las leyes para que le den penas más duras a femicidas y nada de beneficios“.
El hecho
Según pudieron determinar los pesquisas, Lasserre y Laura Rivero mantenían una relación desde hacía alrededor de cuatro meses cuando el 3 de abril de 2019 la mujer lo fue visitar a su casa de Parque Barón acompañado de su hijo.
Cuando estaban dentro de la vivienda, aparentemente se generó una fuerte discusión entre ambos cuando ella le dijo que quería terminar el vínculo que mantenían.
Luego, de acuerdo con lo que se pudo reconstruir, Lasserre mató a cuchillazos a madre e hijo y, tras concretar los crímenes, comenzó a pedir ayuda a sus vecinos que, cuando ingresaron a la casa, pudieron advertir que en el living estaban los cuerpos acuchillados y que había rastros de sangre por todas partes y botellas de alcohol.
Sin embargo, el homicida impidió que pudieran auxiliar a las víctimas y las tomó como rehenes por más de una hora. “Ya maté a dos y puedo matarlos a todos ustedes”, les dijo el imputado según declararon.
Tras ello, el hombre salió de la casa y abordó una camioneta Renault Express blanca con intenciones de huir, aunque chocó contra un árbol situado a unos 300 metros del lugar, en la calle Schafino 440, y fue detenido.
