Continúa la polémica en Lomas por los nuevos recorridos de los colectivos

Ruidos molestos, incremento del volumen de tránsito, atascos, rotura de calles y dificultades par el descanso son algunos de los inconvenientes que señalaron a Inforegión.

El cambio de ruta de las líneas 164, 318 y de la ‘Costera’ continúa generando reclamos entre numerosos vecinos afectados por los nuevos recorridos , especialmente enla zona de Garibaldi y la avenida Hipólito Yrigoyen donde los micros deben girar para ditigirse rumbo a la estación de Temperley.

Ruidos molestos, incremento del volumen de tránsito, atascos, rotura de calles y dificultades par el descanso son algunos de los inconvenientes que señalaron a Inforegión.



“La calle ya está rota, los colectivos pasan a alta velocidad. Ya teníamos que tener cuidado al entrar con nuestros autos por la inseguridad y ahora hay que sumar que los colectivos no nos choquen. Ruidos, temblores, en calles no preparadas para tránsito pesado, y de zonas residenciales”, detalla Verónica, vecina de la zona.

Por su parte, Teresa, vecina de Sarmiento y Chimento, enumera algunas de las consecuencias que trajo esta medida en su casa: “Mi vereda se está quebrando, el cordón no existe, la calle está hundida y en el extremo de mi casa apareció una grieta tras apenas 40 días de esta medida. Mi casa no escapa a ningún ruido ni temblor y vibra cuando los colectivos entran por Chimento y vuelve a vibrar cuando toman Sarmiento. Un verdadero desastre.”

Tras el cambio de recorridos dispuesto en noviembre de 2020 por la ordenanza 17.700, el transporte automotor abandonó el eje Acevedo-Italia para dirigirse rumbo a la estación de Temperley, para pasar a transitar por la avenida Yrigoyen hasta monseñor Chimento donde giran a la derecha para volver a girar en Sarmiento hasta Garibaldi, avenida por la cual cruzan Yrigoyen y se dirigen hacia Temperley.

Explicaciones y alternativas

Desde el municipio, tal como publicó este diario, explicaron que la disposición, buscaba “mejorar el uso del espacio público en el sector del polo gastronómico de Las Lomitas que a causa de la COVID-19 debió restringir el aforo de sus locales y fueron autorizados a montar terrazas sobre las aceras” y que “Garibaldi una banda de circulación preparada para el transporte pesado es “ideal para la circulación de colectivos.”

Cartel sobre Chimento

Ante este panorama, y a partir de su grupo de Whatsapp, los Los vecinos de la zona se organizaron y más de una veintena de ellos elevaron una nota dirigida al intendente lomense, Martín Insaurralde, y a la titular del legislativo local, Marina Lenci, en la que describen los inconvenientes ocasionados por el tránsito y ofrecen como solución “colocar un semáforo sobre Yrigoyen con giro a la izquierda en Garibaldi.”

Una alternativa similar a la que Federico, otro residente del barrio, expuso a este medio: “Pongan un semáforo con giro a la izquierda sólo para buses en Sixto Fernández”.

“Están destrozando esas calles”, redundó Federico en referencia a Garibaldi, Sarmiento y Chimento, calle sobre la cual hay un cartel que indica la prohibición de circular para el “tránsito pesado”, como destaca Teresa.

Tras la presentación de la nota, fueron convocados a una reunión el 31 de marzo en la sede del Concejo Deliberante lomense en la que se hicieron presentes un grupo de vecinos quienes expusieron la situación a la titular del cuerpo, a quien acompañaban “otros funcionarios y concejales” según contaron los asistentes al encuentro y en la que ratificaron la decisión de mantener el tránsito por Garibaldi y adelantaron que estudiarían alternativas para evitar tomar por Chimento.

Uno de los asistentes al encuentro y frentista de la calle Garibaldi, comentó a Inforegión que pese a que esa arteria está catalogada como apra para tránsito pesado, tras la nueva medida “está cada vez más deteriorada” y ya presenta un par de “cráteres”.

“Para favorecer a los gastronómicos de Las Lomitas, perjudicaron a los comerciantes de Acevedo e Italia a los que les quitaron los clientes y a los vecinos de Garibaldi a los que nos quitaron calidad de vida”, concluyó.