El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) presentó un informe sobre una simulación que hizo el Banco Mundial a partir de los resultados en las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes); antes de la pandemia, el 52 por ciento de los alumnos argentinos de 15 años reflejaba bajos rendimientos en lectura un resultado que se estima que ascendería al 73 por ciento.
Según este informe el cierre de las escuelas a causa de la pandemia tendrá efectos adversos muy importantes en la escolarización en América Latina y el Caribe.
El informe ubica a Argentina en el peor de tres escenarios, el pesimista. a causa de dos motivos, por un lado porque igual que buena parte de la región, tuvo un cierre escolar muy extenso que se prolongó incluso en la primera mitad de 2021 y, en segundo lugar, por lo poco efectivo de los mecanismos para dar clases a distancia y sostener un vínculo con la escuela y el alumno.
“Incluso en 2021 hubo semanas en las que nueve de cada diez estudiantes no asistieron a la escuela de manera presencial. En 2020, cuatro de cada diez estudiantes del nivel secundario tuvieron una vinculación débil con la escuela, caracterizada por, como máximo, dos actividades por semana sin devolución del docente, o una sola actividad semanal con supervisión docente”, advierte el documento.
El primer efecto es el deterioro generalizado de los aprendizajes. Según datos del Banco Mundial a inicios de 2021 se proyectaba en América Latina y el Caribe un incremento del 50 al 57 por ciento de los niños de diez años que no pueden leer y entender adecuadamente un texto.
En lo que respecta a los estudiantes secundarios, en Argentina siete de cada diez alumnos estarían por debajo del mínimo en lectura. Es decir, no serían capaces de “identificar la idea central de un texto de longitud moderada, encontrar información siguiendo criterios explícitos, aunque a veces complejos, y reflexionar sobre el propósito y la forma de los textos cuando se les indica”.
Abandono escolar
En el informe destacan que la suspensión de presencialidad no solo trae dificultad antes mencionada, sino que además hay un gran riesgo de que aumente el abandono escolar. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, existe un retraso de casi una década a raíz de la pandemia en el acceso a la escuela secundaria. Según el cálculo, el escenario “normal”, es decir sin pandemia, hubiera arrojado un 18por ciento de chicos de entre 15 y 17 años fuera de la escuela. Producto del cierre educativo, esa cifra ascendió al 22 por ciento en 2020.
Esto se debe al cierre de las escuelas, la falta de herramientas para mantener el vínculo entre estudiantes y escuela y, además, al aumento del tiempo que los adolescentes dedican al trabajo desde el inicio de la pandemia, ya sea en el hogar o fuera de él, debido a la pérdida de ingresos de los hogares. En el documento también se menciona como se ha deteriorado la salud psicológica de los adolescentes en la pandemia.
Los sistemas de alerta temprana (SAT) para la prevención del abandono escolar son una de las acciones más recomendadas por organismos especializados para proteger las trayectorias escolares, según expresa el CIPPEC. “En Argentina hay algunos desarrollos incipientes de modelos de SAT. Sin embargo, su implementación requiere acelerar la consolidación de los sistemas de información para la gestión educativa a nivel nacional y de las jurisdicciones, para que reporten datos de calidad a nivel del estudiante, con registros individualizados y digitalizados”.
