Cine: Last night in Soho, un terrorífico viaje a los sesenta


En detalle

Eloise Turner (Thomasin Mckenzie), una joven de campo que aspira a ser diseñadora de modas viaja a Londres para conseguirlo, pero allí comenzará a tener visiones y experiencias extrañas que harán que su sueño pase a segundo plano porque la prioridad será salvar su vida.
Dirección
Guión
Fotografía
Actuación
Lo mejor
Es una historia atrapante
Para mejorar
Sólo para amantes del género

La película, que se estrenó en cine esta semana, cuenta la historia de Eloise Turner (Thomasin Mckenzie), una joven de campo que aspira a ser diseñadora de modas y viaja a Londres para conseguirlo, pero allí comenzará a tener visiones y experiencias extrañas que harán que su sueño pase a segundo plano porque la prioridad será salvar su vida.

Tras el suicidio de su madre cuando era pequeña, Eloise vive con su abuela en Cornwell, y entre vinilos de música sesentosa y posters de esa época, sueña con consagrarse como diseñadora de modas y ser reconocida en las grandes ciudades. Desde el primer momento se nos presenta un submundo con el que tiene contacto Eloise: ve a su madre muerta.

Una carta que llega a la casa anuncia que queda seleccionada en una prestigiosa Universidad de diseño en Londres, la ciudad en la que su madre había querido probar suerte pero resultó tan abrumadora que se cobró su salud mental y con ella, su vida. Decidida a no repetir la historia y contra todo pronóstico, viaja a Londres.

Eloise es el típico personaje introvertido y aniñado de las afueras que no parece encajar en la superficialidad y modernidad de sus compañeras de clase, que la aíslan riéndose de ella desde el momento de su llegada. Decidida a que no se interpongan en su objetivo abandona la residencia estudiantil y va a parar con su valija cargada de sueños a un antiguo edificio del centro de Londres donde una señora grande le alquila una habitación.

Desde su primera noche ahí dentro comienza a tener sueños y visiones situadas en el corazón de Londres en los años sesenta, protagonizadas por Sandie (Anya Taylor Joy), una aspirante a cantante que busca triunfar a toda costa pero no la tendrá tan fácil. Poco a poco Eloise irá descubriendo que la época que la obsesiona y en la que siempre soñó nostálgicamente haber nacido, no es solo vestidos de alta costura, caballeros, reflectores y aplausos. La oscuridad terrorífica de estas visiones que rápidamente abandonarán los sueños para hacerse lugar también en la realidad, llevarán a Eloise a querer adentrarse en esta misteriosa historia para descubrir qué fue lo que le sucedió a Sandie.

Last night in Soho es la última película de Edgar Wright, el famoso director de la trilogía Shaun of the dead, Land of the dead y Hot fuzz, y de su conocida película Baby Driver con la que terminó de consagrarse. Wright se destaca por su estilo dinámico que oscila entre la acción y la comedia con un ritmo ascendente y desenfrenado, con personajes e historias atrapantes. Esta vez, redobla la apuesta presentando algo completamente nuevo en su repertorio. La manera en que logra contar esta historia que comienza siendo una representación “vainilla” de una adolescente de los suburbios en busca de cumplir sus sueños y poco a poco nos envuelve en un misterio hipnotizante entre dos mundos distintos, es realmente magnífica, y sin dudas no deja atrás el dinamismo extremo al que nos tiene acostumbrados.

En los primeros sueños en los que se sumerge Eloise cada noche, la dinámica está claramente planteada: ella es Sandie. Ella es esa jóven irreverente que quiere comerse el mundo y hará todo por conseguir su lugar bajo los reflectores. Todos los ojos están puestos en ella, y cada hombre se da vuelta a admirarla a su paso. Al despertar, lo vívido de esas imágenes hacen que Eloise quiera convertirse en Sandie también en la realidad, al punto que se tiñe el pelo y se lookea igual que ella, imitando la elegancia que tanto anhela de esa época en la que ni siquiera había nacido. Pero en cada sueño se va adentrando más y más en la historia de Sandie y en su trágico destino, haciendo que la línea entre sueño y realidad se vuelva casi imperceptible y Eloise tenga que lidiar en su día a día con los fantasmas protagonistas de la historia de esa cantante con la que se encuentra al apoyar la cabeza en la almohada.

Catalogado como un thriller psicológico pero con la dura presencia de jumpscares que te hacen saltar de la butaca y mantenerte con el ritmo cardíaco al extremo durante las casi dos horas que dura la película, tranquilamente podríamos decir que pertenece a la nueva ola de películas de terror que en los últimos años han sorprendido con historias escalofriantes en las que se mezcla el mundo real del mundo de fantasía, y el plano de los sueños reclama hacerse lugar a la fuerza en el plano de la vigilia.

Hay un trabajo fino en la iluminación de la película que queda estructurado desde el mismo póster de venta: las luces de neón color rojo y color azul tienen un rol muy importante en el desarrollo y en la creación del clima opresivo y asfixiante del film. Las mismas luces que iluminan todas las noches la habitación donde duerme Eloise. Los espejos también juegan un papel muy importante, porque representan la identificación, esa búsqueda constante de identidad que convoca a Eloise y que encuentra en Sandie. La fina línea en la que, al mirarse en los espejos, se convierte en ella.

Las actuaciones son brillantes y desde la misma caracterización física resultan muy efectivas: Thomasin McKenzie logra encarnar a la perfección una Eloise romántica y antigua, un bicho raro cargado de sueños grandilocuentes que nada tiene que ver con las otras chicas de su edad. En contraste a esto, Anya Taylor Joy interpreta a la mujer en la que Eloise quiere convertirse. Misteriosa, con la sensualidad a flor de piel y una elegancia superior. La decadencia de ambos personajes a lo largo del relato la podemos ver explícitamente: una Sandie con un final trágico y una Eloise completamente desencajada y arrastrada por el mundo de sus sueños que se le volvió en contra, mostrándole la oscuridad que habita en la ciudad, cuando los reflectores se apagan y los telones se cierran.

Last night in Soho está tan bien construida y resulta tan atractiva desde todo punto de vista, que logra que te olvides de algunos detalles de guión que parecen no estar tan bien construidos: como por ejemplo, momentos de la trama ya desarrollada en los que las acciones de Eloise en el mundo real no parecen tener ningún tipo de consecuencia por más extremas que sean.

La película promete ser uno de los éxitos taquilleros de este año, y Edgar Wright nos seduce una vez más con una puesta en escena superlativa y una historia fresca, contada de manera hipnotizante.

Ficha de la película

  • Título original: Last night in Soho
  • Año: 2021
  • Duración: 118 min.
  • Género: Thriller psicológico – Terror – Fantástico
  • Dirección: Edgar Wright
  • Reparto: Thomasin McKenzie, Anya Taylor-Joy, Matt Smith, Terence Stamp, Diana Rigg, Rita Tushingham, Synnove Karlsen, Joakim Skarli, Andrew Bicknell, Colin Mace, Michael Ajao, Will Rogers, Will Rowlands