Mariua, Karai, Porã fueron los primeros yaguaretés en vivir en completa libertad en la provincia de Corrientes, 70 años después de que esta especie se extinguiera en la provincia. El 7 de enero del año pasado se abrieron la puertas del corral y salieron la madre y sus cachorros. El 16 de abril fue el turno de Juruna y sus pequeños Sãso y Sagua’a.
Fueron reintroducidos en el Parque Nacional Iberá, en el marco de un proyecto de conservación de fauna pero el fuego enciende las alarmas. Desde Rewilding Argentina precisaron que los equipos se encuentran preparados para evacuar animales que se encuentren en corrales de presuelta. Mientras tanto, confirmaron que los yaguaretés están bien.
“Los adultos portan collares con un dispositivo VHF y otro GPS que informa su posición varias veces al día (ocho cortes). Todos los collares que portan Juruna, Mariua, Arami y Jatobazinho se encuentran activos”, precisaron, al tiempo que señalaron que Juruna y Maiua “aún se mueven con sus cachorros”. La fundación explica que queda una hembra de yaguareté en corrales y si el fuego ingresa a San Alonso y afecta el Centro de Reintroducción, será evacuada.
Advirtieron que los videos que circularon sobre supuestos yaguaretés recorrientdo sectores de las provincias de Corrientes y Entre Ríos son falsos y fueron filmados en Paraguay y Brasil hace más de un año.
Guacamayos y muitúes
“La mayoría de los animales reintroducidos fueron hallados vivos y en buen estado, mientras que los muitúes que se encontraban en corrales de presuelta y nidadas de guacamayo fueron retirados del campo y trasladados al Centro de Conservación Aguará, en Corrientes, hasta que la situación mejore”, precisaron.
El 40% del parque fue arrasado
El fuego consumió unas 900 mil hectáreas, que equivale al 10% de la superficie de la provincia. Afectó 74 mil hectáreas del Parque Nacional Iberá (el 40% de la superficie), hogar de especies amenazadas vomo el venado de las pampas, el aguará guazú y el yetapá de collar, donde fueron reintroducidas especies extintas como el guacamayo rojo, el yaguareté y la nutria gigante.
“El fuego destruyó decenas de kilómetros de alambrados perimetrales que son esenciales para evitar el ingreso de ganado doméstico a los últimos refugios dentro del parque”, advierte la fundación, que denuncia “escasez de tareas preventivas en el parque”. Sumado a las sequías prolongadas, genera una situación alarmante. Ingresá a la página de la fundación para conocer las necesidades y la forma de ayudar.
