El misterioso secuestro de un bebé en Monte Grande y su posterior aparición en El Jagüel sigue dando qué hablar a medida que la justicia avanza en la inestigación del suceso que conmovió a Esteban Echeverría cuando un bebé de tres semanas desapareció del lecho que compartía con su madre.
Todo comenzó cuando Natalia Cárdenas descubrió la ausencia del bebé y realizó la denuncia policial, al concurrir los oficiales a la vivienda notaron que si bien era una casa precaria sin rejas o medidas de seguridad, no había indicios de que las puertas o ventanas hubieran sido violentada.
Natalia estaba en compañía de Andrea Vera Díaz, su excuñada, y ambas afirmaron que estuvieron despiertas hasta las 4 de la mañana y luego se fueron a dormir. La madre del bebé agregó que le había dado el pecho a su hijo durante la madrugada y que lo había recostado a su lado, hasta despertar en la mañana y descubrir que había desaparecido.
Si bien en principio las miradas apuntaron a la expareja de Natalia, tras indagar en los círculos de las víctimas hallaron al bebé en la vivienda de la pareja de la ex cuñada de Cárdenas, un hombre de 56 años, en 12 de Octubre y Cabildo, de El Jagüel.
Al respecto, la policía sospecha que el secuestro habría sido planeado por la pareja aprovechando que el bebé aún no había sido inscripto en el Registro de las Personas lo que, según ellos, les facilitaría comenzar una nueva vida juntos.
Con los datos en la mano Andrea Vera Díaz, la excuñada de la víctima, y su novio, fueron detenidos inmediatamente por el hecho.
Lo que ahora sabemos es que la investigación sostiene que Vera Díaz habría secuestrado al bebé porque le había mentido a su pareja acerca de la existencia de un embarazo por lo que debía fingir que había dado a luz.
Vera Díaz, de 39 años, le dijo a su pareja, el hombre de 56 en cuya casa apareció el bebé, que habían sido padres de mellizos y que uno de los niños había fallecido luego del parto y le llevó a su pequeño sobrino, el hijo de su ex cuñada.
Además, al revisar la casa donde encontraron al bebé lograron incautar una pistola Taurus Parabellum modelo PT809, calibre nueve milímetros.
El niño robado, en tanto, fue trasladado al hospital municipal Sofía Terrero de Santamarina, donde los médicos certificaron que se encontraba en perfectas condiciones de salud y ya se encuentra con su madre.
El caso es investigado por la fiscal Verónica Ciffarelli, de la UFI 2 de Esteban Echeverría, quien imputó a la pareja por el delito de sustracción de menores agravada por la edad de la víctima.
Ambos detenidos se negaron a declarar y continuarán detenidos.
