El premio Nobel de la Paz y titular del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, repudió hoy la feroz represión desatada por el Gobierno de Gerardo Morales en Jujuy, al sostener que el accionar de las fuerzas de seguridad en esa provincia “retrotrae” al país “a épocas de autoritarismo y represión vividos durante la última dictadura militar”, y pidió una “mesa de diálogo” entre las partes que se encuentran en conflicto.
“La represión desatada por las fuerzas de seguridad de la provincia nos retrotrae a épocas de autoritarismo y represión que vivimos durante la dictadura militar. Lo que no contribuye a fortalecer la democracia, los derechos humanos y del pueblo”, sostuvo el presidente del Serpaj, a través de una carta pública enviada hoy a Morales.
“Gobernador de Jujuy, le envío la presente carta abierta preocupado por la escalada de violencia contra el pueblo jujeño, que no fue consultado para la reforma de la constitución provincial, como los reclamos laborales de los docentes y el derecho de los pueblos originarios. Es urgente parar la represión, abrir una mesa de diálogo, liberar a los detenidos y darles asistencia médica a los afectados por la represión”, apuntó el premio nobel en su misiva.
Por último, Pérez Esquivel sostuvo: “La democracia se construye con la participación del pueblo y no imponiendo por la fuerza criterios políticos que van contra los derechos de las personas. Debe respetarse la Constitución Nacional. Con la represión no se construye una democracia. Espero que lo tengas presente”.
Sobran las razones para rebelarse ante la pretensión del gobierno de Jujuy para legitimar constitucionalmente la criminalización de la protesta social.
— Adolfo Pérez Esquivel (@PrensaPEsquivel) June 20, 2023
El subsuelo del Tawantisuyo en Jujuy se ha sublevado en dignidades en defensa de los derechos de los pueblos.
Unos 170 heridos, uno de gravedad por traumatismo de cráneo, y al menos 68 detenidos era el saldo hasta anoche de una violenta represión policial que se extendió ayer en Jujuy por más de cuatro horas sobre manifestantes que protestaron contra la reforma de la Constitución provincial, aprobada y jurada en una breve sesión realizada en la Legislatura local.
El avance policial comenzó poco después de las 11 de ayer contra una nueva y multitudinaria marcha que congregó a múltiples sectores de la sociedad en la capital jujeña contra la reforma en las puertas de la Legislatura, mientras en su interior se aprobaba y juraba la nueva Carta Magna local.
Efectivos de infantería de la Policía jujeña se enfrentaron con los manifestantes, arrojando balas de goma y gases lacrimógenos, respondiendo al lanzamiento de piedras, en un clima de tensión en las calles de la capital jujeña que se extendió por más de cuatro horas por diversas arterias.
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