Los senadores provinciales: el botín de la Cámpora y el Pro


Senado de la provincia de Buenos Aires

Los legisladores provinciales son, tal vez, el botín secreto de la política: ocultos entre los cuerpos destacados de la boleta, lejos de los ojos escrutadores y en una legislatura rica, suelen ser ocupados por políticos profesionales de bajo perfil pero que saben del valor de esas bancas que suelen ser moneda de cambio, recompensa a servicios prestados o el precio de un oportuno cambio de bando.

Por el oficialismo rebautizado Unidos por la Patria, hubo un gran ganador a la hora de poner nombres: Máximo Kirchner, el presidente del PJ bonaerense y jefe del dueño de la lapicera que fabrica candidatos: el camporista matancero Facundo Tignanelli. Luego, viene, un poco más atrás su socio, el lomense Martín Insaurralde.

De este modo, el camporista avellanedense Emmanuel González Santalla es postulado para la reelección en la cámara alta provincial; mientras que, en el segundo lugar, -que se suponía correspondía a un alfil del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, irá una matancera, pero camporista: Amira Curi, secretaria de Juventud del PJ bonaerense.

El tercer lugar es para otro que reelige: Adrián Santarelli, un lomense del núcleo del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.

El apellido Kirchner aparece otra vez en el cuarto nombre: es para la diputada nacional oriunda de Almirante Brown, María Rosa Martínez, mujer muy respetada por Cristina Kirchner, de dilatada trayectoria y que milita en Kolina junto a Alicia Kirchner. Martínez en su territorio jugó en tandem con José Lepere, viceministro del interior y cuadro de la Cámpora que dirige Máximo Kirchner.

El quinto lugar será para otro browniano, el diputado nacional referenciado en Juan Grabois, Federico Fagioli.

Tensiones en Juntos por el Cambio por el reparto de bancas

Por el lado de la coalición opositora Juntos por el Cambio, tal vez no hubo un gran ganador pero sí un perdedor insoslayable: la Unión Cívica Radical que, al igual que en 2015 y 2019 no pudo, siquiera, colar un nombre entre los puestos expectantes, demasiado poco para un partido que tiene intenciones de disputar el poder.

En los ámbitos radicales en esta ocasión los dardos apuntan, por un lado a Maximiliano Abad y Ernesto Sanz a quienes acusan de no preocuparse de otra cosa que garantizar su lugar en la lista, en el caso del marplatense, y de insistir en ubicar a Karina Banfi en la lista, una diputada cuya sangre, dicen, es demasiado amarilla.

En ambos casos, los responsabilizan de abandonar a la voracidad Pro a los radicales sin tierra, un cóctel que motivó la rebelión abierta de once comités distritales, entre ellos San Vicente, y diez intendentes que, liderados por el veterano tandilense Miguel Lunghi, se fueron al espacio de Rodríguez Larreta.

Sin embargo, los radicales que ya estaban en el campamento de Santilli, especialmente identificados con Evolución responsabilizan al quilmeño Fernando Pérez de haber militado para sí mismo y de no ser más firme a la hora de pelear por una banca en la legislatura bonaerense.

Así las cosas, la lista de precandidatos a senadores provinciales de la lista que postula a Néstor Grindetti está integrada por Jorge Schiavone, del Pro de Lanús donde es concejal y alterego del actual titular de Independiente; la edil lomense Andrea Escribano, también del Pro y que responde al sector de Gabriel Mercuri referenciado en Patricia Bullrich; y por Hugo Reverdito, un sindicalista textil que vive en San Miguel, Primera sección electoral, y que responde a Joaquín de la Torre.

Por el lado de Diego Santilli y Gustavo Posse, la lista está integrada por la matancera Florencia Arrieto que recientemente abandonó el campamento de Patricia Bullrich para cobrar en el larretismo.

El segundo lugar es para Hernán Albisu. Caso curioso y que grafica muchos vicios de la política actual: Albisu es un abogado bahiense que creció al abrigo del intendente randazzista de Ameghino, Gilberto Alegre. Ameghino queda en la cuarta sección electoral a casi 450 kilómetros de Lomas de Zamora.

Así Albisu supo ser senador provincial por esa sección, que queda a casi cinco horas en auto de Burzaco, entre 2013 y 2017, pero por el Frente Renovador de Sergio Massa que prometía barrer ñoquis, flexible, y sin nostalgia de su querencia casi pampeana, hoy abreva en el peronismo republicano de Miguel Pichetto donde se dará un baño conurbano.

Los otros dos candidatos son Claudia Rucci, que vive en Ituzaingó y llegó a la política de la mano de la tragedia familiar y con el auspicio del empresario colombiano Francisco de Narváez, hoy es una referencia en el peronismo de Juntos y aspira a la reelección de su banca. Finalmente, figura Guillermo Galetto, quilmeño y hombre del Pro del exintendente Martiniano Molina.