La titular del PRO y derrotada candidata presidencial, Patricia Bullrich, anunció que convocará a elecciones internas en su espacio y adelantó que no se postulará para un nuevo mandato al frente de la formación amarilla.
“Convocaré a elecciones internas para principios de 2024 con el fin de renovar las autoridades nacionales de PRO Argentina. Mi decisión es no presentarme para un nuevo mandato”, adelantó la ex ministra de Seguridad durante la gestión de Mauricio Macri en la red social X.
En tanto, afirmó que dedicará todo su “esfuerzo, energía y tiempo en trabajar por una Argentina próspera y segura”.
El anuncio de Bullrich se produjo tras la reunión que mantuvo esta mañana en el Hotel Libertador con el presidente electo, Javier Milei, en medio de los rumores que indican que podría volver a ocupar el Ministerio de Seguridad, un espacio que durante la campaña electoral desde la la Libertad Avanza habían adelantado que estaría bajo la órbita de la vicepresidente electa, Victoria Villarruel.
Sin embargo,tras el acuerdo con el ala dura del PRO, formalizado en el llamado ‘Pacto de Acasusso’ que le facilitó el triunfo al ultraderechista el 19 de noviembre, el nombre de Bullrich tomó fuerza y picó en punta entre los candidatos que se barajaron para asumir la cartera.
También se especuló conque la excandidata pudiera ocupar la Secretaría de Trabajo que estaría bajo el paraguas del megaministerio de Capital Humano, una hipótesis que desde el entorno de Bulrich descartaron de plano.
El encuentro entre los exrivales de la elección general se dio en el marco de la escalada de tensión entre La Libertad Avanza y Mauricio Macri por el reparto de cargos donde no reina más un clima de tensión que de cordialidad, un mar de fondo que ciertos sectores del peronismo quieren aporvechar para pescar espacios de poder.
En este contexto, Bullrich al adelantar que no irá por la reelección al frente del PRO da una señal de desatarse de compromisos sea para ocupar un rol dentro del nuevo Gobierno o para disputar a Mauricio Macri la hegemonía entre los halcones, una fractura larvada desde las elecciones en las que el expresidente dio apoyo a cuentagotas a la mujer que avaló para sacarse de encima a otro rival interno: Horacio Rodríguez Larreta.
