Saltburn, una comedia negra para disfrutar en casa


En detalle

Saltburn es una película que se caracteriza fundamentalmente por su belleza estética.
Dirección 7.5
Guión 7.0
Fotografía e iluminación 9.0
Actuación 8.0
Diseño de sonido 8.0
Lo mejor
Una enorme virtud de este film es su capacidad de generar imágenes memorables en la retina del espectador.
Para mejorar
El mayor problema es que su calidad estética es, quizás, lo más interesante que tiene para dar.

Recientemente estrenada en Prime Video y dirigida por Emerald Fennell, Saltburn es la historia de Oliver, un tímido estudiante que acaba de ingresar a Oxford, y tras deslumbrarse con Felíx, el chico más popular de la universidad, e hijo de aristócratas, se las ingenia para hacer que su nuevo amigo lo invite a pasar un verano inolvidable en la mansión familiar.

Oliver Quick (Barry Keoghan, quien dió su salto a la fama por sus participaciones actorales en Los espíritus de la isla, Dunkerque y la serie Chernobyl), es un joven brillante, tímido y misterioso que inicia sus estudios en Oxford, donde no tiene amigos y es objeto de burla de los más populares. Rápidamente se encuentra obnubilado con la presencia de Felix Catton (Jacob Elordi: Euphoria, Priscilla), un bellísimo estudiante de origen aristocrático rodeado de amigos que lo adulan y de chicas que hacen fila por estar un rato con él. Las diferencias de clase son evidentes, pero Oliver encuentra el lugar indicado y el momento exacto para establecer vínculo con Félix para hacerle un favor, y que éste quede en deuda con él. Así es como las siguientes semanas Félix intenta integrarlo a su grupo de amigos, enalteciéndolo y valorándolo como nunca nadie había hecho.

Poco a poco, Oliver se gana el aprecio y la confianza de Félix, quien además siente una profunda piedad por su nuevo amigo, por su terrible historial de sufrimiento que incluye una familia pobre y padres adictos que han atormentado su vida. Oliver utiliza la compasión a su favor, e intentando nunca demostrar por completo su enamoramiento con Félix y su plan insistente de pasar cada segundo con él, se las ingenia para que termine invitándolo a pasar las vacaciones de verano en Saltburn, la increíble mansión de su familia, donde los esperan su madre Elspeth (Rosamund Pike), su padre Sir James (Richard E. Grant), su hermosa y acomplejada hermana Venetia (Alison Oliver) y un primo llamado Farleigh (Archie Madekwe) a quien conoce también de las clases en Oxford.

Nuestro protagonista es el típico chico que todas las madres quieren: ubicado, aplicado, con el comentario justo todo el tiempo, agradecido y “buena junta” para su hijo, por lo que no tarda más que unos días en ganarse la confianza de casi todos dentro de la mansión, estudiando milimétricamente a los personajes de la familia para saber por dónde entrarle a cada uno. Una vez conquistado su lugar en Saltburn, pone en marcha su maquiavélico plan de dividir y crear caos a su favor, abriéndole al espectador la constante pregunta, de: ¿Hasta dónde puede llegar Oliver y por qué?

Tras el éxito de Promising Young Woman (Hermosa Venganza), su primera y consagratoria película que coronó llevándose el Oscar a Mejor Guión Original en 2021, entre muchas otras nominaciones y premios, la directora londinense Emerald Fennell vuelve a la pantalla de la mano de Saltburn, una comedia negra fiel a su estilo: audaz, ambiciosa y provocadora.

Saltburn es una película que se caracteriza fundamentalmente por su belleza estética. Las composiciones buscan enaltecer constantemente la belleza de los protagonistas, sus cuerpos favorecidos por el verano y el calor, la química sexual y la atracción, y la increíble arquitectura de la mansión. Una enorme virtud de este film es su capacidad de generar imágenes memorables en la retina del espectador, como Jacob Elordi sosteniendo un cigarrillo con sus labios delante de un vitral que deja entrar una poderosa luz brillante, o leyendo un libro de Harry Potter acostado sin remera en una reposera mientras lame un helado. Cada fotograma constituye una pieza de contenido visualmente atractivo e instagrameable, destinado a ser un enorme generador de likes.

El mayor problema de la segunda película de Emerald Fennell, es que su calidad estética es, quizás, lo único o lo más interesante que tiene para dar. La guionista y directora apunta una vez más a generar una tensión basada en las dinámicas de poder entre clases sociales, apoyada en una evidente crítica y exposición a la crueldad y el sadismo retorcido de la mente humana. Para esto hace un uso loable del humor negro, logrando algunos pasajes ácidos y cínicos que consiguen poner incómodo al espectador. Pero no mucho más.

El principal problema se reduce a tener un protagonista sin motivaciones coherentes o definidas, que no parece movilizar demasiado la acción de lo que va ocurriendo durante la película. Esto, sumado a personajes secundarios sin matices que terminan por parecer chatos o predecibles, tiene como resultado una constante sensación de artificialidad, y en el dominó de consecuencias, provoca que los plot twist del final, que deberían causar sorpresa y revuelo en el espectador, no consigan generar ningún tipo de conmoción o impacto.

Saltburn parece más ocupada en orquestar pequeños momentos que generen impacto o que sean visualmente espectaculares, que en profundizar en el desarrollo de sus personajes o en desaznar el conflicto en sí.

Ficha Técnica de Música

Título original: Música
Año: 2024
Duración: 91 minutos
Género: Comedia romántica, Musical
Director: Rudy Mancuso
Guión: Rudy Mancuso,
Reparto: Rudy Mancuso, Camila Mendes, Francesca Reale, J.B. Smoove, María Mancuso.
Dónde ver: Prime Video