Polémica: Lomas está eliminando estacionamientos en la plaza Libertad

Además de reparar las veredas, la municipalidad está anulando unos 80 lugares para autos. Algunos creen que va a generar más caos vehicular.

Uno de los problemas más graves de las grandes ciudades, sobre todo las que han crecido sin planificación, es contar con lugares donde dejar los autos. El estacionamiento de vehículos particulares es tal vez la principal fuente de conflicto en el tránsito cotidiano, a tal punto que se obliga a constructores privados a edificar viviendas con la condición de que tengan garage propio. Por eso sorprendió esta semana la decisión de la municipalidad de Lomas de Zamora de eliminar las dársenas que tiene disponible la plaza Libertad -ubicada entre las calles Laprida, Posadas, Loria y Beltrán- para estacionar.

Desde la semana pasada cuadrillas municipales están reparando las veredas y reemplazando las baldosas por piso de cemento, pero esta semana, además, comenzaron a tapar con material los adoquines que hacían de piso a las dársenas de estacionamiento ubicadas sobre Posadas y próximamente harán lo mismo con las que están sobre Beltrán.

En esos espacios estacionaban regularmente hasta 80 automóviles de personas que concurren a la plaza para esparcimiento, con el fin de visitar las ferias que suelen montarse allí, o para realizar actividad física.

Esas dársenas no solo permitían hallar espacio para estacionar con facilidad sino que, además, ayudaban a descongestionar la calle, que quedaba así liberada para la circulación de vehículos.

Eso es precisamente lo que se va a perder con la desaparición de esos espacios, porque ahora la misma cantidad de vehículos se deberá acomodar en las inmediaciones de la plaza, empujando a los automovilistas a estacionar en doble mano, en las calles del barrio aledaño o incluso en las veredas, complicando la vida cotidiana en los alrededores del espacio verde.

“Se tomó esa decisión porque los vecinos se quejaban de que en las dársenas se estacionaban autos durante la madrugada, con música al todo volumen y ruidos que molestaban a quienes viven frente a la plaza”. Ese es el argumento con el que explicaron desde el municipio la eliminación del estacionamiento.

Un argumento difícil de sostener por dos motivos: el primero es que los autos de todos modos se podrán estacionar sobre la calle, junto a la vereda, y seguir provocando el mismo ruido que hoy incomoda a los vecinos. El segundo motivo es que la solución a los ruidos molestos es la intervención de personal de inspección o seguridad municipal y no la eliminación de dársenas de estacionamiento.

Así se usaban las dársenas de estacionamiento que ahora están desapareciendo.

No resuelve el problema, y crea otro nuevo

“Es un disparate, en qué cabeza cabe sacar los estacionamientos, lo que van a lograr es que los autos se trasladen a las cuadras vecinas. En Laprida y Tucumán, por ejemplo, se paran en la puerta de un local de venta de máquinas de coser y hacen sonar los equipos de música durante toda la madrugada, y nadie hace nada”, se quejó un vecino consultado por InfoRegión, insistiendo en que la solución es evitar los autos con música, no los estacionamientos, “porque ahora los que vayan a la plaza van a estacionar en la calle, en las veredas del barrio, y hasta tapar la salida de los garajes, como pasa muchas veces. El caos va a ser mayor”, insiste.

Ocurre que, en general, las ciudades se ordenan con más lugares para estacionar, no con menos.

“Los estacionamientos son un componente de la ingeniería de transporte que generalmente se aborda de forma tangencial en los procesos de planificación urbana. Sin embargo, existen estudios técnicos que ha permitido concluir que la tercera parte de los volúmenes vehiculares se atribuyen a conductores en búsqueda de un lugar apto para estacionar el vehículo”, explica el ingeniero Daniel Escobar, especialista en Gestión del Territorio e infraestructuras del transporte, en una investigación sobre este tema publicada en la revista Espacios.

Es cierto que el problema de los autos estacionados con equipos de música más adecuados para boliches que para vehículos provoca malestar en los barrios que los sufren. La música suele salir de esos parlantes con la misma fuerza que en un local bailable -al que razonablemente le exigen medidas de aislamiento acústico para no molestar a vecinos- y esos sonidos se esparcen al aire libre. Tiene ahí la municipalidad una tarea para realizar, impidiendo que esos autos transformen las calles en boliches improvisados, pero la eliminación de estacionamientos parece tan poco práctica como usar un lanzallamas para combatir un mosquito.