Talleres de Remedios de Escalada transita los últimos días de entrenamientos de cara al partido con San Miguel que será el domingo, desde las 17, como visitante, en el marco de la fecha 17 del torneo de la Primera B. La derrota con Colegiales invita al plantel a rever conceptos de cara al nuevo desafío y así ir en busca de los tres puntos que lo saquen de las últimas posiciones.
Al respecto, Ramiro Echeverría, en contacto con Info Región, evaluó: “Es positivo tener revancha rápido y el grupo es fuerte. Charlamos con los compañeros y tratamos de ver los errores para salir cuanto antes adelante. Nos tocó perder, nos levantamos y ahora ante este tropiezo intentaremos volver otra vez al triunfo”.
Último partido
Ante el Tricolor, Talleres mostró un rendimiento que lejos estuvo de las últimas actuaciones en la era de Gustavo Noto. La racha de cinco sin perder quedó atrás y ahora tendrán que recuperar el nivel colectivo para sumar en pos de acercarse a posiciones de Reducido. “Fue el peor partido del semestre, no le encontramos la vuelta en ningún momento. El rival le sacó jugo a las bandas y nos ganaron con dos centros”, evaluó el defensor.
Y agregó: “Lo mejor que nos puede pasar es sumar en estos tres partidos que nos quedan y que termine el año. Comenzar con la cabeza en cero y hacer una buena pretemporada. Fue un semestre difícil, con golpes y derrotas, ya que no es común que un equipo pierda siete partidos seguidos. Lo mejor ahora es ganar lo que se pueda ante rivales muy difíciles”.
Lo que viene
San Miguel no será una parada fácil para el Tallarín. Con 12 puntos se ubican en la ante última posición, por lo que se verán casi en la obligación de sumar en casa para despegar en un torneo que, por su paridad, aún da oportunidades.
“Será un partido difícil en una cancha complicada. Por más que vengan primeros o últimos, siempre hay que pensar en nosotros, dedicarnos a jugar y buscar los tres puntos”, indicó Echeverría.
El sueño
Mientras Ramiro se encuentra dando sus primeros pasos en el equipo principal del Tallarín, Santiago, su hermano, aguarda la resolución de las autoridades del fútbol colombiano para levantar la sanción por doping de cuatro años, la cual fue dictada sobre finales del 2017 (vistiendo la camiseta de Independiente Medellín) a partir de una sustancia que el jugador ingirió involuntariamente a través de la carne vacuna de ese país.
Con el sueño de compartir cancha y el aporte que podría darle al equipo, un jugador que ya comparte entrenamientos con el grupo, el menor de los Echeverría, concluyó: “De cara a fin de año ojalá se le dé volver a jugar, no me importa dónde pero que lo haga cuanto antes. Está pasando un momento horrible. Demostró de todas las maneras que es inocente y todavía le siguen dando vueltas. Quiero compartir cancha con mi hermano, pero lo que más deseo es que se sienta pleno”.