El corazón de Perón


11 de junio de 1898

La crónica dice que nace en el barrio porteño de Flores Domingo Alfredo Mercante. Pero, para nuestra historia se podría decir que en esa jornada comenzaba a latir “el corazón de Perón”.

Hijo de un maquinista ferroviario afiliado a La Fraternidad, antes de ingresar al Colegio Militar trabajó de arriero y revistó brevemente en el Ferrocarril Oeste. Sus antecedentes familiares lo depositaron, en 1916, en el arma de Artillería y en 1919 egresó como subteniente.

Recibió su primer destino en el 4 de Artillería de Córdoba y en 1921 fue trasladado a Goya, Corrientes, donde ascendido a teniente. Transferido a Campo de Mayo, en 1924, permaneció allí dieciséis años, destino en el que ascendió a capitán y a mayor, y en el cual tuvo, en 1928, los primeros, aunque esporádicos, contactos con Juan Domingo Perón con quien compartían el rol de docentes en un curso para suboficiales.

Tras 18 años de destinos disimiles se reencontrarían en la Dirección General de la Inspección de Tropas de Montaña.

Congeniaron enseguida, Perón ya tenía un nombre en el ejército, había estado en Europa, su charla era encantadora y, a diferencia de otros camaradas no sólo hacía simpática la charla cuartelera sino que leía y escribía sin cesar. Cuentan que un día lo llamó aparte, le dio unas hojas y le pidió que las lea: eran los apuntes que darían origen al GOU, la logia secreta más conversada de nuestra historia y de múltiple acrónimo.

“—Mercante, usted es el primer integrante… Comience a trabajar”, dispuso Perón y fue así que Mercante comenzó a tejer la red que llevaría adelante el golpe del 4 de junio de 1943 contra el gobierno fraudulento y conservador de Ramón Castillo.

Tras la asonada, comenzaron los contactos con sindicatos socialistas e independientes liderados por Ángel Borlenghi y Juan Atilio Bramuglia para intentar una convergencia entre sus reclamos y los de las fuerzas armadas dirigidas por el cada vez más ascendente Perón, una tarea que quedó en manos del teniente coronel Domingo Mercante, el hijo del militante de la  Unión Ferroviaria, entidad en la que fue designado interventor en 1944. La revolución tenía su red de hierro por todos los rincones del país.

Durante los sucesos de octubre de 1945, cuando Perón fue obligado a renunciar sus cargos y luego detenido por grupos rivales de las Fuerzas Armadas, Mercante fue determinante  a la hora de mantener las comunicaciones entre los sectores sindicales y políticos, y coordinar las acciones que concluyeron con su liberación tras las movilizaciones del  17 de octubre de 1945. Ésas del “subsuelo de la patria sublevada”. A la semana siguiente, el coronel Perón se casaba con la joven actriz María Eva Duarte, y Mercante fue el testigo de la boda.

Consolidado el poder interno del grupo liderado por Perón, el gobierno de facto convoca a elecciones generales para el 24 de febrero de 1946. La única certeza de la coalición oficialista es la candidatura a presidente del líder que aún estaba lejos de ser “el sabio dedo” que digitara candidaturas.

Para la estratégica gobernación bonaerense los radicales de la Junta Renovadora postularon como candidato a gobernador a Alejandro Leloir, mientras que los laboristas de Cipriano Reyes no admitían otro candidato que a Mercante, a quien Perón quería a su lado en el Ejecutivo como una suerte de ‘brazo derecho’ para la ‘rosca’ política, un rol que a Mercante no lo entusiasmaba.

Mientras tanto las imprentas escupían carteles y volantes que proclamaban: “Perón, Mercante, Argentina adelante.”

Acompañado por Juan Bautista Machado, Mercante logra el 58% de los votos y supera a Perón en cantidad de sufragios. Pero con un problema: estaba en minoría en ambas cámaras de la legislatura provincial. En el Senado, 21 radicales contra 18 peronistas; en Diputados, 35 radicales y 33 peronistas.

Mercante se rodeó de colaboradores provenientes de distintos orígenes. El ministro de Hacienda, Miguel López Francés, y el de Educación, Julio César Avanza, pertenecían a FORJA. Hubo otros funcionarios de extracción radical y algunos sin militancia política.

El caso de Pedro Poggio es paradigmático. Poggio era un joven ingeniero designado para ocupar la Subsecretaría de Obras Públicas a quien Mercante no conocía, cuando los presentan el ingeniero dice:
“—Señor Gobernador, debo decirle que yo no lo voté.

—Mirá, para manejar esta provincia yo necesito gente que sepa y que trabaje.”

Otras de las espadas de la gestión fueron Arturo Jauretche y Arturo Sampay, presidente del Banco Provincia y, fiscal de Estado.

“El deber de los gobernantes es dar nombre y formular racionalmente esas vagas e inconcretas aspiraciones de las masas”, sostendrá Mercante.

Tras asumir el el 16 de mayo de 1946 su programa se basó en una agenda social con extensión de derechos laborales y en un imponente programa de obras públicas. En seis años de gestión redistribuyó 130.000 hectáreas entre pequeños productores y desarrolló 146 urbanizaciones basadas en un plano conocido como ‘chalets Mercante’

Inauguró 1.609 escuelas nuevas, y refaccionó otras tantas, al tiempo que fundó y organizó el sistema preescolar para lo cual creó jardines y escuelas de formación para sus maestras.

Hizo caminos: La Plata-Punta Lara, General Rodríguez-Pilar, Chascomús-Magdalena, Moreno-San Miguel, Coronel Suárez-Las Colonias, Ayacucho-Las Armas-General Madariaga, Villa Elisa-Punta Lara, San Andrés de Giles-San Antonio de Areco, Saladillo-25 de Mayo, Olavarría-Hinojo, Juarez-Tandil, Capilla del Señor-Ruta 8 y el primer Camino Isleño. Además, pavimentó miles de calles, entre ellas la Avenida Pavón desde Avellaneda hasta la entonces ruta nacional 210.

También construyó 59 aeródromos, la planta de tratamiento de agua para La Plata, Berisso y Ensenada, creó la escuela de Policía ‘Juan Vucetich’ y la Escuela Superior de Policía.

Erigió el Hotel Provincial de Mar del Plata, y el complejo turístico de Chapadmalal para promover el turismo social bajo el lema “Usted se paga el pasaje y el gobierno el hospedaje” y generó el primer festival cinematográfico de esa ciudad, antecesor del de 1954. También construyó el el Sanatorio Marítimo de Necochea, aumentó el presupuesto de Salud un 700% y llevó el número de camas de cinco mil a 20 mil.

En Bahía Blanca fundó el Instituto Tecnológico del Sur (la actual Universidad Nacional del Sur), y puso en marcha una usina. También creó la empresa provincial de energía y desarrolló el sistema interconectado entre Mercedes, Alberti, Suipacha, Bragado y Chivilcoy,

Construyó la Casa de la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad de los Niños en Gonnet,  creó la primera escuela de enfermeros paracaidistas del país, erradicó el basural de Villa Domínico, logró el regadío de 50.000 hectáreas en Villarino con el canal de Riego Unificador, inauguró estaciones de ferrocarril, centros polivalentes, unidades sanitarias, bibliotecas y cloacas.

En 1952 cuando Mercante estaba por abandonar la gobernación, el Viaducto Sarandí se encontraba casi listo tras un año y medio de trabajo. No lo inauguró. Él sólo cortaba cintas cuando las obras estaban en pleno funcionamiento.

Mercante mantuvo una relación fluida y respetuosa con la oposición que, como contrapartida, lo dotó de las herramientas necesarias para llevar adelante la obra de gobierno, y en ese marco de pluralidad recibía el apoyo esencial para ejecutarla.

El corazón de Perón latía en Buenos Aires y su importancia lo hizo presidir la Asamblea Constituyente de 1948 que aprobó la Constitución de 1949, que incorporó los derechos de laborales y sociales, la igualdad jurídica del hombre y la mujer, los derechos de la niñez y la ancianidad, la autonomía universitaria y, la elección directa de presidente y vice con posibilidad de reelección indefinida, entre otros puntos.

La Constitución fue reformada y se incorporó una disposición transitoria que prolongaba el mandato de los gobernadores provinciales hasta 1952, Mercante no aceptó que su período se adaptara a ese recurso y decidió presentarse por un período reducido de dos años hasta que la nueva carta magna entrara en plena vigencia.

La campaña electoral fue breve pero intensa y Perón y Evita lo acompañaron en muchos actos casi al punto de invisibilizarlo. En uno de ellos, Evita dijo la frase que titula esta nota: “Mercante es el corazón de Perón”.

El 12 de marzo de 1950 la fórmula Mercante-Passerini obtuvo el 63% de los votos, contra los radicales Balbín- Noblía. No sólo lograron 50.000 votos más que en 1946 sino que obtuvieron mayoría legislativa.

Fue el principio del fin.

Todo empezó en el mismo día de la elección cuando Ricardo Balbín, el candidato opositor, fue detenido tras votar en La Plata. ¿El motivo? un juez de Rosario lo acusó de haber cometido desacato contra el Presidente en un discurso electoral. Terminó preso en Olmos.

Tras anoticiarse, Mercante fue a verlo a Perón para pedir por la libertad del líder radical, a lo que el Presidente se negó. La tensión aumentó al punto que cerca de la Navidad de 1950, el gobernador ordenó que Balbín pueda recibir visitas las 24 horas del día con lo cual colas infinitas de gente aguardaban su momento para saludar a su líder preso. El 3 de enero de 1951, Perón lo indultó.

La amistad entre Perón y Mercante se enfriaba, ya no había fines de semana familiares en la quinta de San Vicente.

Algunos ven la mano de Mercante en la huelga ferroviaria de 1951. Otros recuerdan una disputa por cómo la ley de estatización del Banco Central y la nacionalización de los depósitos bancarios afectaría los privilegios del Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Al momento de anunciar la fórmula para su reelección, Perón elige a su compañero del 46, el radical correntino Hortensio Jazmín Quijano, quien muere antes de asumir. Convocadas elecciones para elegir un nuevo presidente, Perón vuelve a desechar a Mercante y postula al almirante Alberto Teisaire, de triste actuación, tras el  golpe de 1955.

Mercante está cada vez más aislado y la maquinaria del subsecretario de Prensa, Raúl Apold, es cruel y precisa a la hora de borrar su nombre. En 1951 el Consejo Superior del partido Peronista, que comandaba Teisaire, intervino la provincia, y eliminó a toda la dirigencia vinculada con Mercante.

La cirugía sería total. En las elecciones de 1952 el peronismo gana con la fórmula Carlos Aloé- Carlos Díaz quienes proclaman que habrá una limpieza profunda. Aloé no era un advenedizo, era un mayor del ejército que había dirigido la cadena de medios paraestatal ALEA desde la cual bombardearon a Mercante.

Mientras que en la provincia la nueva gestión elimina todas las placas de bronce o de mármol en las obras públicas inauguradas por la administración anterior: no quedará rastro del nombre maldito en ninguna escuela, hospital o calle bonaerense.

La purga no se limita al bronce, sino -también- al estilo. Los actos de gobierno ya no son institucionales y mesurados sino que se transforman en escenografías del culto a la personalidad.

El ex gobernador -primer miembro del GOU y segundo del partido Laborista, primera medalla a la lealtad- junto con sus colaboradores fueron expulsados del partido en 1953 sospechados de “corrupción” y acusados de “deslealtad”.

Junto a Mercante cayeron víctimas de esta máquina burocrática Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, José Luis Torres, Arturo Sampay, Francisco José Capelli, Juan José Hernández Arregui, José Espejo, Isaías Santín, Armando Cabo, Florencio Soto, José María Rosa, Leopoldo Marechal y hasta el neurocirujano Ramón Carrillo. Algunos como Jauretche, Sampay y Carrillo debieron exilarse.

Los ex ministros bonaerenses Julio Avanza (Educación), Miguel López Francés (Hacienda) y Raúl Mercante (Obras Públicas) fueron encarcelados. El joven ingeniero Poggio fue torturado con la picana eléctrica y estuvo detenido varios años.

El ex gobernador se encontró con el Presidente y pidió por sus gente. Perón le dio garantías personales pero dijo que el federalismo le impedía interferir con la acción de Aloé.

Ninguneado y perseguido por la policía, Mercante ya no era “el corazón de Perón”.

Tras el golpe de Estado de 1955 que derrocó al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, Mercante decide exilarse al Uruguay desde donde defenderá la vigencia de la Constitución de 1949 y pide la celebración de elecciones libres y sin proscripciones.

Como si nada hubiera pasado, Perón le indica a Cooke que sondee a opinión de los dirigentes peronistas acerca de un eventual apoyo a la candidatura de Arturo Frondizi.

Un 2 de julio de 1974, bajo la llovizna un anciano forma fila en las afueras del Congreso Nacional para despedir los restos de Juan Domingo Perón, tres veces presidente de los argentinos, era el coronel Domingo Mercante, Pocos lo reconocieron y menos aún supieron quién era.

El corazón de Perón dejó de latir el 21 de febrero de 1977. Tenía 77 años.


Fuentes

La Gobernación Mercante. Construcción histórica con documentos orales

La obra pública en la Provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Domingo Mercante (1946-1952)

Casamiento de Perón y Evita

Casamiento de Evita y Perón

Asunción de Mercante

Frente a militantes del Partido Laborista, el Teniente Coronel Domingo Mercante asume el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Con un discurso encendido pondera al Coronel Juan Perón y reivindica los postulados de la revolución del 4 de Junio de 1943.