Dos millones de personas ya no son más de clase media

Argentina figura en el quinto lugar de América Latina. En 2019 ocupaba la cuarta posición..

Al menos dos millones de argentinos ya no podrán ser considerados como integrantes de la clase media tras los efectos negativos de la crisis y de la pandemia de coronavirus en las economías familiares, con lo que cual el país quedó relegado al sexto puesto entre los de América Latina y el Caribe, según un informe del Banco Mundial.

Atrás quedaron todas las frases y sentencias que indicaban y exhibían a la Argentina como el líder regional en materia de ascenso social y clases medias.

Hoy, los datos del organismo internacional indican que cayó del cuarto puesto en 2019, detrás de Uruguay, Chile y Panamá, al quinto en 2020, al ser superado, también, por Costa Rica y muy próximo al nivel de Brasil cuya economía manifiesta más y mejores síntomas de recuperación.

En base a la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y considerando como “clase media” a las personas que tuvieron ingresos diarios de 13 a 70 dólares, el Banco Mundial comprobó que 1,7 millón de personas dejaron ese estrato social dentro de los 32 conglomerados urbanos de la medición censal argentina.

Si se considera que el universo censal considerado en la medición del INDEC abarca a un poco menos de 30 millones de habitantes, una extrapolación al total de los más de 45 millones que habitan la Argentina elevaría la cantidad de personas que se desplomaron desde la clase media en más de dos millones.

Hasta 2019, el 51 por ciento de la población argentina estaba dentro de la clase media, pero al año siguiente, con una caída del PBI del 9,9 por ciento, ese porcentaje tuvo una baja de entre 3,3 y 9,7 puntos porcentuales, si se consideran o no los efectos de las medidas de mitigación de la crisis.

En 2019, Uruguay lideraba el listado de países de América Latina y el Caribe, con casi siete de cada diez orientales (68,3 por ciento) dentro de los segmentos medios seguido por Chile, con un guarismo de entre el 62,8 y el 63,3 por ciento, y Panamá, con el 56,9 por ciento. En ese entonces, Argentina apenas superaba a la centroamericana Costa Rica, que por entonces contaba con poco más de la mitad de su población población en la clase media (50,4 por ciento), y por 6,5 puntos porcentuales a Brasil, que mostraba a un 44,6 por ciento de sus habitantes en esa condición.

Los datos de 2020 insisten en mostrar que el derrumbe fue más pronunciado la Argentina que en el resto de Latinoamérica, entre los que se destacó Brasil que, por el contrario, registró una mejora de los niveles de 2019 si se tienen en cuenta las medidas de mitigación.

El año pasado, la clase media argentina pasó a ser del 41,4% al 46,6% sin considerar las medidas de atenuación de la crisis y del 42,6% al 47,8% si se las tiene en cuenta en la medición, lo que representa un retroceso de 3,3 a 9,7 puntos porcentuales respecto al 51.1 por ciento marcado en 2019.

“El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina y el Caribe”, tal el título del informe del organismo multilateral de crédito, subraya el efecto de la pandemia en el nivel de vida de los países de la región, que en general venían mostrando una tendencia levemente positiva hasta 2019.

En ese sentido, el Banco Mundial considera de clase media a las personas que tuvieron ingresos diarios de 13 a 70 dólares a valores de 2011, ajustados por paridad de poder adquisitivo de acuerdo con los precios de cada país.

En una evaluación general para la región, el organismo consideró que “es probable que la crisis de 2020 revierta en poco tiempo muchos de los logros sociales que tardaron décadas en materializarse en América Latina y el Caribe”.

Al respecto, puso de relieve que “en las últimas dos décadas, la región ha visto reducirse a casi la mitad el número de personas que viven en la pobreza y aumentar el tamaño de su clase media”, situación a la que será difícil retornar, una situación inversa a la que padece Argentina.