Tal como en el aniversario de la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el presidente Alberto Fernández no estará presente en el homenaje que se realizará mañana por los 30 años del atentado contra la Embajada de Israel, en la plaza seca donde estaba emplazada la sede diplomática.
En su lugar irá el ministro de Justicia, Martín Soria, cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, muy cuestionada por la comunidad judía desde la firma del Memorándum con Irán.
El Presidente recibió esta tarde en la Casa Rosada a las autoridades del Congreso Judío Latinoamericano, que le plantearon un nuevo pedido para que se ejecuten las alertas rojas de Interpol contra los acusados, y le hicieron un planteo sobre el posicionamiento de la Argentina respecto de la invasión de Rusia sobre Ucrania.
Por su parte, durante el encuentro, que no fue reflejado por las redes sociales que siguen la actividad del primer mandatario, Fernández puso de relieve que considera que el atentado no fue contra la comunidad religiosa, sino contra la Argentina, y les aseguró que la impunidad del caso forma parte de sus preocupaciones.
Para mañana, la Embajada organizó una serie de eventos de conmemoración de las víctimas del crimen del 17 de marzo de 1992 a los que concurrirá una delegación del gobierno israelí encabezada por el viceprimer ministro, Gideon Sa’ar, que también es ministro de Justicia.
El acto central tendrá lugar a las 14.50, en la plaza de la calle Arroyo erigida donde estaba la sede de la embajada destruida en una atentado que provocó 29 muertes y 242 heridos, y que pese a que su investigación estuvo a cargo de la Corte Suprema de Justicia, nunca fue elevada a juicio ni hubo detenidos.
