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Fresh relata la historia de Noa (Daisy Edgar-Jones), quien cansada de fracasos en aplicaciones de citas conoce a Steve (Sebastian Stan), y le acepta un encuentro. Sin embargo, lo que parece ser su relación soñada se transforma en una enorme pesadilla cuando comienza a revelarse el oscuro e inusual apetito de Steve.
La nueva producción original de Star+ y ópera prima de la directora Mimi Cave sin dudas ha dado qué hablar. Con historias que se arriesgan a ser terminantemente osadas como ésta, la grieta de opiniones entre los espectadores es ineludible. Lo que queda claro, es que nadie resulta indiferente a tal cóctel de terror, gore suspenso, humor satírico y canibalismo sofisticado.
La película arranca como cualquier producción romántica, introduciendo a nuestra protagonista, Noa, en un contexto que, como nos enteraremos después, le es rutinario: una cita con un hombre que conoció en una aplicación específica para ese encuentro. Mientras cenan en un restaurante de comida china, el pretendiente de turno logra aburrirla con facilidad hablando constantemente de sí mismo y sugiriéndole que debería vestirse “más femenina” si quiere conquistar a un hombre. La cita termina con insultos y cada uno se va por su lado. Luego, en una conversación que tiene Noa con su mejor amiga Mollie (Jonica T. Gibbs) en la que le cuenta lo sucedido, nos enteramos de que está totalmente dispuesta a renunciar al mundo de las aplicaciones de citas, concluyendo que ningún hombre vale la pena, ni merece el esfuerzo.
Todo se complica
Pero como era de esperarse, si la trama terminara ahí, no habría película posible. Así es como, inesperadamente y lejos de toda virtualidad, una noche Noa sale a comprar al supermercado a última hora para cenar sola en su casa, y conoce a Steve, un atractivo y encantador cirujano plástico que se acerca a hablarle en la góndola de los vegetales, y con quien termina intercambiando números. Después de una primera cita donde Noa se permite ser ella misma y todo parece ir sobre ruedas, comienza a gestarse una hermosa relación entre ambos. Todo es risas, conexión, transparencia, bailes ridículos en el living y mensajes a Mollie contándole lo fascinada que está con este nuevo hombre que ha llegado mágicamente a su vida para demostrarle que no todos los hombres son iguales.
Podría resultar apresurado, pero de la noche a la mañana Steve le propone irse de la ciudad juntos un fin de semana a descansar. La pasan bien, el hombre ha resultado totalmente inofensivo, y la relación parece estar escalando rápidamente hacia buen puerto, ¿Qué podría salir mal? Bueno, en resumidas cuentas: absolutamente todo.
Brindar más información acerca de lo que sucede en este fin de semana terrorífico en el que se embarca Noa con este hombre del que, sorprendentemente, nada conoce, sería spoilear lo más rico (aunque resulte irónico y burdo utilizar esta palabra) de la trama. El visionado ideal de esta película se logra a partir del desconocimiento de los detalles: entregarse a un viaje de sorpresas donde abundará la sangre y los detalles escabrosos.
Fresh tiene múltiples puntos a destacar, ya que constituye una obra distinta, que como su nombre lo indica, aporta frescura a un género y una temática que se ha trabajado hace ya varios años en la industria del cine, y que, como todo, también necesitaba aire fresco. Es fuerte y notable la marca especial que le imprime a esta película el hecho de que la dupla creativa de dirección y guión (Lauryn Kahn) esté compuesta por mujeres. De no ser así, probablemente el punto de vista del relato hubiese sido otro totalmente distinto, y quizás el film hubiese descansado en ser un gore más de la lista.
Múltiples lecturas
Pero no. Esta producción está llena de sutilezas plasmadas en el subtexto que logran iniciar ciertas conversaciones: por ejemplo, sobre lo necesaria que es la ruptura del ideal de príncipe azul construido culturalmente a través de siglos y siglos, o la frustración en las que estamos inmersos como consecuencia de las aplicaciones de citas y su ineficacia, no porque el diseño de la aplicación o su interfaz tengan un problema que haya que solucionar, sino porque detrás de cada teléfono hay un sujeto, eligiendo a otro para tener una cita desde un catálogo que nada de sí refleja.
Pero el debate más interesante al que da pie esta película cargada de simbolismos, con excelentes actuaciones y un suspenso que lleva un ritmo creciente que no se agota nunca, es aquel que tiene que ver con la mujer como objeto de consumo del hombre. ¿Hasta dónde puede llegar el deseo del hombre de oprimir, denigrar, ultrajar y literalmente consumir a una mujer? Esta película lo muestra sin filtros y sin titubeos, enfrentando al espectador con la crudeza más extrema que podría imaginarse.
La película de Mimi Cave se nutre de elementos estilísticos claros de producciones de culto y galardonadas que casi todos conocemos: American Psycho, Hannibal, La piel que habito y Ex Machina, dosificandolos e imprimiéndoles una impronta bien propia en pos de construir una amalgama de recursos de distintos géneros que resulta totalmente efectiva.
La química que existe entre nuestros protagonistas Noa y Steve traspasa la pantalla y es quizás, y de una manera extremadamente retorcida, el hilo conductor más fuerte de la trama que hace que pueda sostenerse hasta el final. Sin dudas Fresh es una película necesaria, con una premisa más que interesante, que cumple con su misión de llevarla con altura, y que nos adentra en oscuridades inimaginables con un frenesí peligroso para terminar dejándonos totalmente afectados frente una pantalla que deja correr los créditos de la película, y en un silencio profundo nos invita a reflexionar sobre lo que acabamos de ver.
Ficha técnica
Título original: Fresh
Año: 2022
Duración: 114 minutos
Género: Thriller, Terror, Gore
Dirección: Mimi Cave
Reparto: Sebastian Stan, Daisy Edgar-Jones, Andrea Bang, Charlotte Le Bon, Brett Dier, Dayo Okeniyi, Jonica T. Gibbs
Dónde ver: Star+
