El Gobierno nacional anunció esta tarde un bono $18.000 por única vez destinado a trabajadores no registrados y monotributistas de las categorías A y B que son las más bajas, mientras que para jubilados será de $12.000, una cifra que se suma al bono ya otorgado de otros $6000 que se está cobrando en estos días.
En el caso de trabajadores en negro y monotributistas el pago se hará será en dos cuotas de $9000 cada una que se abonarán en mayo y junio, que se direccionarán a quienes cobran hasta dos salarios mínimos vitales y móviles. En cuanto a los pasivos aplica para personas que cobran la jubilación mínima y será en una sola cuota.
Hoy el haber jubilatorio mínimo está en $32.630 y el salario mínimo alcanzará desde este mes $38.940. Desde el Gobierno destacan que en el caso de los jubilados este bono complementa el anterior $6000 otorgado el mes pasado, por lo que en la práctica estará por debajo de los que recibirán los trabajadores.
El anuncio lo hizo el presidente Alberto Fernández en Casa Rosada, acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán tras una jornada de trabajo en que intervinieron, también, los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.
El presidente afirmó que el Gobierno nacional busca “garantizar que el impacto de la inflación no recaiga en el bolsillo de los argentinos y fundamentalmente en los sectores más vulnerables” al anunciar las medidas para fortalecer los ingresos de esos sectores.
“Hay una urgencia en los sectores más postergados a la sociedad”, afirmó el Presidente, tras lo cual sostuvo que esto no significa desentenderse de los trabajadores formales los cuales están en una etapa de reapertura de paritarias.
El impuesto a la renta inesperada
En el marco del acuerdo alcanzado por Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé reducir los niveles de emisión monetaria, por lo que cada gasto debe tener como contrapartida un ingreso genuino para evitar un costo fiscal, que en este caso es un aumento de la recaudación con asignación específica.
De esta manera, para financiar este bono el Gobierno determinó que se pagará un impuesto a la renta inesperada, para “capturar” parte de los excedentes generados por el fuerte incremento de los precios internacionales de los granos y derivados, el petróleo y el gas, así como de algunos minerales.
El proyecto, que se enviará en las próximas al Congreso, plantea una alícuota sobre el componente de esa utilidad que se enfoca en un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles altas superiores a los 1.000 millones de pesos, que en 2021 fue de solo el 3,2% de las empresas.
Los criterios para la imposición de la alícuota incluyen que la ganancia neta imponible real tiene que haber crecido en forma significativa en 2022 respecto a 2021 y, además, se incluirá un parámetro para que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión productiva, la alícuota será menor, señaló el ministro.
Guzmán argumentó que el Gobierno nacional tiene como “objetivo central garantizar el crecimiento del poder adquisitivo de los ingresos en todo el espectro laboral y productivo” al anunciar estas medidas.
La medida busca compensar el impacto de la inflación en los ingresos de los trabajadores que no están regidos por paritarias y por lo tanto sufren en forma directa todo el impacto de la inflación en sus bolsillos.
El índice de precios al consumidor dio en marzo un aumento del 6,7%, récord en 20 años y acumuló 16,1% en el trimestre según datos del INDEC, lo que impulsó a que el Gobierno acuerde con empresarios y sindicatos adelantar para el segundo trimestre los aumentos por paritarias para los trabajadores formales, que debían regir más adelante.
