Después de una dura derrota en el clásico contra Boca en el estadio Libertadores de América-Enrique Bochini, los fanáticos de Independiente estallaron por el flojo rendimiento del equipo y apuntaron contra la Comisión Directiva que comanda Néstor Grindetti, que cuestionó a la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide). La respuesta.
Los incidentes del sábado dejaron un saldo de 11 detenidos y seis efectivos policiales heridos. Gases lacrimógenos y balas de goma fueron parte de la represión policial a los hinchas. Independiente se trató de desligar de los hechos a través de un comunicado y acusó a la Policía bonaerense por la represión “injustificada”. Finalmente, anunció que contratará una nueva seguridad privada para garantizar la seguridad en el estadio.
La Aprevide respondió y acusó a Grindetti de “esconderse en los momentos difíciles”, al tiempo que lo señala como “el máximo responsable de la represión policial y de todo lo que suceda en donde se organiza un partido de fútbol dentro de las inmediaciones donde el preside”.
Eduardo Aparicio, titular de la Aprevide, confesó en declaraciones radiales que la Comisión Directiva les ordenó que actúen para cuidar la integridad física de los hinchas. “La responsabilidad absoluta y jurídica es del club. No nos parece justo que desliguen la responsabilidad únicamente al personal policial”, consideró.
