La Policía Federal rescató a una familia que era víctima de trata con fines laborales en un tambo del partido de San Vicente. El padre, la madre y dos hijos menores edad eran obligados a trabajar 15 horas diarias y tenían permiso de salir unas horas los domingos sólo para comprar alimentos. El dueño fue detenido.
Personal del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de la Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina detuvo al propietario de un tambo lechero. Cuando los efectivos intentaron identificarlo, ya que circulaba con su camioneta en el perímetro del campo, intentó darse a la fuga. Finalmente, fue detenido.
Todo comenzó en mayo, por una denuncia anónima. El Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Ernesto Kreplak, ordenó que se investigue para comprobar los hechos denunciados, por lo que los efectivos de la Policía Federal realizaron un operativo y pudieron conseguir fotografías y videos del tambo, en el que trabajaban entre 13 y 15 personas.
“Advirtieron que no poseían elementos de seguridad, que había niños con los mayores y que las jornadas diarias se extendían por más de 15 horas diarias”, informaron las fuentes.
En el marco del allanamiento, “se pudo apreciar que se encontraban dos empleados, de nacionalidad argentina, mayores de edad, tratándose de un matrimonio, oriundos de la provincia de Entre Ríos, trabajando en el lugar, la mujer se encontraba en el área de ordeñe y su pareja recorriendo el amplio campo donde se encontraba el ganado vacuno distribuido”.
El personal del Programa Nacional de Rescate entrevistó a la pareja, que refirió que trabajaban en el predio no menos de 13 empleados pero “cansados de las largas jornadas laborales, el incumplimiento de pago y demás abusos por parte del propietario”, dejaron de trabajar.
“El matrimonio refirió que se alojaban en una casilla de madera, sin baño ni agua corriente, y sin estufas para el invierno porque no se lo permitía el dueño”, indicaron las fuentes, al tiempo que precisaron que “sólo podían salir los días domingos entre las 9 y las 15 para efectuar las compras de la comida de la semana”.
