De niña a mujer, la historia de Margaret


En detalle

Es la segunda película de la directora Kelly Fremon Craig, que hizo su debut en 2016 con The edge of seventeen, un divertido y conmovedor coming of age
Dirección 9.0
Guión 8.0
Fotografía e iluminación 9.0
Actuación 9.0
Diseño de sonido 8.0
Lo mejor
Acompañada por un uso preciso de la comedia, mantiene el dinamismo y la chispa sin caer en la ridiculización.
Para mejorar
Podría haberse metido cómodamente en la lista de títulos del género que pasan sin pena ni gloria.

¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret, es uno de los últimos estrenos de HBO Max. Dirigida por Kelly Fremon, cuenta la historia de Margaret, una niña de 11 años que vive feliz en Nueva York, hasta que su familia debe mudarse a Nueva Jersey, donde se enfrenta a un nuevo entorno, nueva escuela y nuevos amigos, mientras intenta lidiar con el comienzo de su adolescencia.

Margaret (Abby Ryder Fortson) es inocente, tímida y alegre. Tiene un vínculo muy estrecho con su abuela paterna, Sylvia (Kathy Bates), y su corta vida construida en Nueva York. Sin embargo, un día sus padres (Benny Safdie y Rachel McAdams) le comunican que a su papá le dieron un ascenso en el trabajo, y deben mudarse a Nueva Jersey, donde Margaret tendrá que adaptarse a una nueva casa, a una nueva escuela, y a una nueva vida. La resistencia no tarda en aparecer, y con ella, la queja y el reclamo por no haber sido consultada. Pero pese al enojo, y a la tristeza que le provoca saber que estará lejos de su abuela, Margaret se entrega al cambio y a descubrir qué tiene Nueva Jersey para ofrecerle a una chica como ella.

Basada en el libro homónimo de Judy Blume, el guión, también en manos de su directora, explora de una manera fresca y natural momentos clave del descubrimiento de la adolescencia de la protagonista, como la preocupación por los cambios corporales, la llegada de la primera menstruación y el primer beso. Mientras tanto, el hilo conductor de la historia está anclado en la religión: Margaret se encuentra en una búsqueda constante y casi desesperada de su relación con Dios, repitiendo una y otra vez a lo largo de la película, la frase que le da nombre a la misma: “¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret”, en la encrucijada por descubrir cuál es su religión, quién es su Dios, o si cree en él siquiera. A diferencia de otros niños, está búsqueda está guiada por la libertad otorgada por sus padres, él judío y ella cristiana, que decidieron no inculcarle a su hija ninguna ideología para que pudiera elegir por sus propios medios. Esto, además, desencadena problemáticas familiares más profundas que incluyen a los abuelos maternos y paternos, y ahondan en viejas heridas del pasado.

¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret es la segunda película de la directora Kelly Fremon Craig, que hizo su debut en 2016 con The edge of seventeen, un divertido y conmovedor coming of age. Género que se basa en el crecimiento personal del protagonista, en la evolución de sus emociones y de la percepción de la realidad, y que la directora vuelve a explorar en su segunda película, profundizando nuevamente en las problemáticas propias de la adolescencia femenina, desde una óptica profundamente sensible y empática. Acompañada por un uso preciso de la comedia, mantiene el dinamismo y la chispa sin caer en la ridiculización, porque comprende contextualmente la dimensión que tienen los conflictos para los adolescentes que los atraviesan.

Esta película, en algún punto, resulta una reivindicación del género en sí misma. Es claro el gusto de la directora por este tipo de historias, pero no se queda sólo en eso, sino que dedica una escena entera a homenajear de manera muy literal a una de las películas más conocidas del género: Si tuviera treinta (Gary Winick), recreando casi con exactitud aquella escena donde la protagonista asiste al cumpleaños de uno de los “freaks” de la clase, que festeja en el sótano de su casa, un espacio pintoresco y de madera, con abundante comida. Allí, los niños deciden jugar a un juego en el que por sorteo, una chica y un chico deben entrar a un cuartito y besarse por cinco segundos. El espíritu de ambos films retrata a la perfección la emoción efusiva de las primeras veces, conviviendo con la incomodidad de los cambios constantes.

La característica que mejor le queda a la nueva película de Kelly Fremon, sin dudas es la ternura. Logra construir una protagonista con la que es muy fácil empatizar por su timidez, su inocencia y su profunda bondad. Frente a adolescentes que buscan herir a otros para sentirse validados, o critican para no ser criticados, Margaret hace la diferencia. El film logra que el vínculo con este personaje sea de una intimidad muy intensa, en la que el espectador es testigo de sus pensamientos, de sus miedos, de las cosas que le avergüenzan y aquellos deseos que no se atreve a confesar.

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, podría haberse metido cómodamente en la lista de títulos del género que pasan sin pena ni gloria, repitiendo historias pequeñas con conflictos que ya nos resultan conocidos, pero la directora tiene un gran acierto al embarcarse en explorar la religión como temática de manera constante y transversal. Esta decisión es sin dudas el diferencial que la coloca entre una de las mejores propuestas cinematográficas actuales dentro de la oferta de HBO Max. Una película sensible y precisa, que con muy poco logra construir una experiencia agradable, tierna y luminosa.

Ficha Técnica ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret

Título original: Are You There God? It’s Me, Margaret.
Año: 2023
Duración: 105 minutos
Género: Drama, Comedia
Director: Kelly Fremon
Reparto: Abby Ryder Fortson, Rachel McAdams, Kathy Bates, Ben Safdie.
Dónde ver: HBO Max