Una comedia adolescente simpática y transgresora para ver en casa

La película de Emma Seligman crea personajes coloridos y divertidos, cargados de un humor absurdo y transgresor a la vez, jugando siempre con los límites de lo moralmente correcto.

En detalle

Una apuesta a la mezcla de géneros y recursos, comenzando con un club de la pelea dirigido por dos lesbianas, y terminando con jugadores de fútbol ensangrentados.
Dirección 8.5
Guión 8.0
Fotografía e iluminación 7.5
Actuación 8.0
Diseño 7.5
Lo mejor
Crea personajes coloridos y divertidos, cargados de un humor absurdo y transgresor a la vez, jugando siempre con los límites de lo moralmente correcto.
Para mejorar
Nada

El club de las peleadoras (Bottoms), dirigida por Emma Seligman y recientemente estrenada por Prime Video, es una comedia adolescente que sigue a PJ y Josie, dos amigas de la infancia que cansadas de ser las perdedoras de la escuela marginadas por su orientación sexual, crean un club de la pelea para mujeres, con el objetivo de conquistar a las porristas que les gustan.

PJ (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri) son amigas desde primer grado, y desde siempre han ocupado el eslabón más bajo de la pirámide de popularidad en la escuela Rock Ridge. No sólo por el hecho de que a ambas les gusten las mujeres, sino porque los varones las consideran feas y sin gracia, casi como a todo aquel estudiante que no forme parte de los dos grupos sociales de mayor importancia en la escuela: los deportistas, y las porristas.

A tan sólo unos meses de su graduación, Josie y PJ se rehúsan a llegar a la universidad sin haber tenido su primera experiencia sexual, por lo que deciden tomar el coraje necesario para conquistar a Isabel (Havana Rose Liu) y Brittany (Kaia Gerber), las porristas populares que les han gustado desde siempre. Así es como la feria de inicio de ciclo escolar parece ser el mejor escenario para desplegar su estrategia de seducción. Sin embargo, una inesperada pelea con Jeff (Nicholas Galitzine), mariscal de campo del equipo de fútbol americano y novio de Isabel, termina por apagar cualquier posibilidad de romance.

Sin saber las consecuencias que les traería haberse enfrentado al chico más popular de la escuela, al día siguiente son sorprendidas por el director, que las cita en su oficina. Por las formas desagradables en las que la autoridad máxima de la institución se refiere a estas alumnas, queda más que claro que las jerarquías sociales de la escuela trascienden a los estudiantes: se trata de la perpetuación colectiva de un ámbito conservador y machista que tiene como mayor orgullo a los integrantes del equipo de fútbol, y el resto, son estudiantes de segunda. Acusadas de propiciar un ambiente hostil y capaz de poner en peligro la integridad del deportista estrella, PJ y Josie logran evadir el problema declarando que el incidente se trató, nada más y nada menos, de un acto de defensa propia, producto de un grupo de seguridad personal del que forman parte extracurricularmente.

A pesar de tratarse de una farsa para evitar el castigo, la idea de formar un club de la pelea exclusivamente para mujeres, comienza a ser atractivo para las protagonistas, que logran ver en su descabellada idea, un potencial aún mayor: la posibilidad de tener cerca a las porristas, y así, conquistarlas. Con el apoyo de su amiga Hazel (Ruby Cruz) y el acompañamiento del profesor Mr. G (Marshawn Lynch), designado como tutor de la actividad, las protagonistas crean un espacio de instrucción de lucha que logra reunir a las chicas más populares junto a las loosers y marginadas que sufren bullying. Escondiendo así sus verdaderas intenciones bajo una fachada de “sororidad” y unión femenina.

Luego de su ópera prima consagratoria, Shiva Baby (2020), el segundo largometraje de la directora canadiense Emma Seligman vuelve a repetir la fórmula infalible de tener a Rachel Sennott como antiheroína de la historia, junto a quien, además, escribe la película. Esta vez, sumándole como compañera de dupla a Ayo Edebiri, cuyo salto a la fama estuvo propiciado por el éxito de la serie The Bear. Consigue, así, construir una comedia satírica y ácida, audaz y desprejuiciada, que toma como escenario un secundario ambientado en los 2000 y le agrega condimentos referenciales a películas icónicas como American Pie, Mean Girls, Heathers y The Breakfast Club.

La escritora y directora declaró en una nota muy interesante que sin dudas queda plasmado en su obra: “Creo que el público, y el público queer en concreto, se merece ver algo que no le haga pensar demasiado en su identidad, y que simplemente le permita divertirse”. El club de las peleadoras cumple exactamente el deseo de su creadora, corriendo el foco de las típicas problemáticas homosexuales que nos han ofrecido y siguen ofreciendo un sinfín de películas, haciendo de la identidad queer o diversa una oda al sufrimiento, al pesar y a la carga de por vida, martirizando a sus protagonistas y haciendo que todo gire en torno a cierta aceptación social, personal o familiar.

La película de Emma Seligman logra evitar esto a toda costa, creando personajes coloridos y divertidos, cargados de un humor absurdo y transgresor a la vez, jugando siempre con los límites de lo moralmente correcto, y convirtiendo lo que en primera instancia podría parecer una comedia adolescente más, en una sorpresa constante. Una apuesta a la mezcla de géneros y recursos, comenzando con un club de la pelea dirigido por dos lesbianas, y terminando con jugadores de fútbol ensangrentados en un campo de juego.

Ficha Técnica de El club de las peleadoras

Título original: Bottoms
Año: 2023
Duración: 92 minutos
Género: Comedia
Director: Emma Seligman
Guión: Emma Seligman, Rachel Sennott
Reparto: Rachel Sennott, Ayo Edebiri, Ruby Cruz, Havana Rose Liu, Kaia Gerber, Marshawn Lynch
Dónde ver: Prime Video