La conmovedora historia de la primera donante de plasma del Gandulfo

Yamila tiene 22 años y estuvo internada por dos semanas por Covid-19. Cuando se recuperó, tomó la decisión de ser donante de plasma para ayudar a otros.

Yamila Fernández es una joven militante de 22 años cuya vida cambió de un día para el otro. El 28 de mayo se levantó sintiéndose bastante mal pero sin saber que a las 72 horas su diagnóstico de Covid-19 daría positivo. Se recuperó y este sábado se convirtió en la primera donante de plasma del Hospital Gandulfo, ya que allí transitó 14 días internada. En diálogo con Info Región, Yamila se animó a contar su historia.

“Doné plasma el 27 de junio en el Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires en La Plata”, contó la joven, tras la recuperación. Y tiene un mensaje muy claro para dar: “Hay que romper mitos de que el plasma es únicamente para los que pueden pagar. También hay que destacar la importancia de que, quienes nos recuperamos del Covid, donemos plasma”.

Todo comenzó el 28 de mayo, cuando la joven, entre varios síntomas que tenía, sentía que le faltaba el aire y llamó al 107. Cuando los profesionales de la salud arribaron a su casa, le tomaron la fiebre y tenía 38.5 por lo que se inició el protocolo correspondiente. A los 20 minutos fue trasladada al hospital Luisa Cravena de Gandulfo. “Me dijeron que por favor entrara a la ambulancia y no tocara nada”, recordó.

Ni bien llegó al Gandulfo le realizaron el hisopado. Luego le hicieron una placa, una tomografía y le sacaron sangre. Al rato le dieron la noticia de que tenía neumonía y tenía que quedarse internada, pero a su vez, debía esperar el resultado del hisopado que estaría en 48 ó 72 horas. Entonces se activó el protocolo y varias de las personas con las que ella había estado en contacto estrecho tuvieron que aislarse por 14 días. “Afortunadamente nadie pero nadie de las personas con las que yo tuve contacto estrecho resultó ser contagiada”, destacó.

Ella, además de militar en Razón Peronista, es voluntaria del Municipio de Lomas y se encarga de realizar diversos tipos de controles, por lo que como consecuencia allí también se tuvieron que aislar a varias personas. Según Yamila, “el accionar a tiempo cuando uno tiene los síntomas es fundamental en estos casos”.

A los tres días se enteró que su hisopado había dado positivo. Los miedos comenzaron a crecer y su internación se transformó en un hecho. “Lo pasé bastante mal pero no por la atención medica, que fue estupenda, sino por el miedo que me generó esta situación. Son cosas que no se las deseo a nadie. Son experiencias que hoy uno las puede contar pero fue muy feo”, profundizó.

“Sólo tengo palabras de agradecimiento (para los médicos). Fue muy difícil porque con 22 años nunca había pasado por una internación. Fue la primera vez de mi vida y fui sobreviviente a una guardia hospitalaria con neumonía y Covid. Me sentía muy triste, yo sabía que estaba atendida pero tuve mucho miedo”, relató la joven. “Jamás sentí tanto miedo en mi vida y me costaba conciliar el sueño porque era muy duro”, apuntó.

Además, resaltó que también tenía temor por las personas que estaban aisladas por su “culpa” y se preguntaba a diario qué pasaría con ellas. Recibió asistencia psicológica y pudo sortearlo de la mejor manera.

“Quiero agradecerle a las enfermeras Rebeca Pérez, Graciela Liliana González y Rocío Ferreyra, y a las médicas Natalia Rivas, Alejandra Debonis y Laura Vivas, por cuidarme, a toda la gente que trabaja en salud porque se exponen y se arriesgan. A mi familia, a mis amigos y mis compañeros de Razón Peronista que me vinieron a traer cosas a la entrada del hospital porque no podían entrar”.

Si bien la joven señaló que es “muy crudo el post- Covid-19”, ya que tenía temor y la paralizaba salir a la calle, hoy quiere extender el mensaje de que es fundamental concientizar para que todos aquellos que hayan atravesado la enfermedad, interioricen la importancia y donen plasma.

“Cuando estaba transitando el coronavirus y la neumonía, al no tener enfermedades preexistentes y al tener 22 años, pedí yo donar plasma en caso de que me mejore”, recordó. De esta manera Yamila transformó su dolor en la posibilidad de poder ayudar a otra persona que transita por este duro momento.