El poder Ejecutivo analiza diferentes medidas de asistencia ante una segunda ola de coronavirus que sigue azotando con fuerza y no descarta el regreso de algunas herramientas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a pesar de su costo fiscal pues califica la situación social de “crítica”, tal como la definió el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
Pese a que hasta el momento, referentes del oficialismo habían descartado a posibilidad de implementar esa asistencia nuevamente, al sostener que se encontraban en vigencia “medidas más focalizadas”, el titular de la cartera asistencial indicó que están “evaluando todas las alternativas” al admitir que hay sectores que “requieren ayuda” en medio del agravamiento de la pandemia.
Arroyo señaló que el Gobierno analiza “permanentemente la situación de las nueve millones de personas” que recibieron el IFE durante el año pasado y consideró que de ese total, “hay tres millones con muchas dificultades” porque se quedaron sin empleo o tienen menos trabajo que antes de la llegada de coronavirus, como en los casos del trabajo doméstico o la jardinería.
Para el ministro, la suba de los precios de los alimentos “sigue siendo central”, por lo que apuntó a “las dificultades que aún con trabajo e ingresos” se manifiestan a la hora de adquirir la canasta básica y anticipó que “se está definiendo técnicamente” cómo hacer que para quienes compren con la Tarjeta Alimentar, “leche, carne y frutas tenga una quita de IVA”.
La tarjeta Alimentar es central en la estrategia oficial para paliar los efectos de la crisis por lo cual fue ampliada por lo lo que ahora alcanza a casi dos millones y medio de familias, en lugar de 1,5 millones, en tanto que su monto es de 6.000 pesos para madres con un hijo; 9.000 pesos para dos hijos; y 12.000 para tres o más hijos.
La exención del IVA para las compras realizadas con la tarjeta Alimentar había sido descartada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien había desestimado la medida argumentan que “si no hay acuerdo de precios, eso no sirve. Lo que pasa es que se termina transfiriendo la rentabilidad del IVA a la misma empresa. Hay que estudiarlo mejor”.
