Comenzó el juicio por el asesinato de un policía y un barrendero en un colectivo

El dramático hecho ocurrió en 2020, durante la pandemia, y una de las víctimas era vecino de Sarandí.

Nicolás Lagos (izquierda) y Juan Roberto Bonifacio (derecha)

Dos hombres comenzaron a ser juzgados hoy por el asesinato de un oficial de la Policía Federal Argentina (PFA) y de un barrendero durante un asalto y tiroteo a bordo de un colectivo, ocurrido en octubre de 2020 en el barrio porteño de Barracas, y la madre de una de las víctimas pidió a los jueces “que no tengan piedad” con ellos.

“En 40 años no laburaron, si vuelven a salir van a salir a matar. Espero que se haga Justicia, que no tengan piedad”, dijo a Télam Fabiana Cabezas, madre del policía Nicolás Lagos (28), asesinado junto al barrendero Juan Roberto Bonifacio (34).

El Tribunal Oral en lo Criminal 7 juzgará a Diego Gastón Guida y Cristian Ramón por “doble homicidio agravado”. El debate estará a cargo de los jueces Gustavo Alterini, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano.

El caso

El hecho ocurrió el lunes 19 de octubre de 2020, a las 23.40, a bordo del interno 4845 de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, cuando dos ladrones subieron armados y con intenciones de robo.

Según lo que pudieron reconstruir los investigadores en base al relato del chofer y de los pasajeros, cuando abordaron el colectivo, uno de los ladrones pasó saludando hacia el fondo y el otro se quedó en la parte delantera, extrajo un arma y anunció que se trataba de un asalto. “¡Bueno, están todos regalados!”, fue la frase que ese delincuente gritó al iniciar el robo, tras lo cual tomó como “escudo humano” a un joven de 29 años que viajaba en el primer asiento detrás del chofer.

Al ver la situación, Lagos, quien viajaba entre el pasaje uniformado y con su chaleco antibalas colocado, se levantó de su asiento para dar la voz de alto, pero de inmediato comenzaron los disparos. La autopsia determinó que el policía recibió cuatro tiros de frente: uno en el cuello, otro en el pecho, un tercero en un brazo y el restante en una pierna.

En el caso del recolector de residuos Bonifacio, fue alcanzado por un único disparo que ingresó por la espalda, ya que viajaba en un asiento que miraba hacia la luneta trasera del colectivo.

Otros dos pasajeros, de 30 y 34 años, resultaron baleados, uno en una pierna y el otro en un pie, con heridas que no revistieron gravedad.

Los dos delincuentes resultaron ilesos y escaparon de la unidad luego de pedirle al chofer que abriera la puerta y de robar la pistola 9 milímetros reglamentaria al policía baleado. Tras ser detenido, se estableció que Guida tenía antecedentes por robos y fue excarcelado 20 días antes de los asesinatos por una Cámara que solo le fijó una fianza de 10.000 pesos y lo encomendó a “someterse al cuidado” de su mamá y una vecina.

La causa fue investigada por el fiscal Martín López Perrando y el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 36.