Detuvieron en Claypole a un acusado por el crimen del barrendero

Se trata de un hombre que había sido excarcelado tres semanas antes del ataque en el que murieron Juan Roberto Bonifacio y el policía Esteban Nicolás Lagos.

Diego Gastón Guida, el hombre que estaba siendo buscado como sospechoso del doble crimen de un policía y un barrendero a bordo de un colectivo en octubre pasado en el barrio porteño de Barracas. fue detenido ayer en Claypole.

El sospechoso fue apresado durante un operativo realizado por personal de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA), con la colaboración de efectivos de la policía bonaerense, en la esquina de las calles Araujo y Figueroa, en el barrio Don Orione de Almirante Brown.

Fuentes judiciales aseguraron que Guida tenía antecedentes por robos y fue excarcelado 20 días antes de los asesinatos por una Cámara que solo le fijó una fianza de 10.000 pesos y lo encomendó a “someterse al cuidado” de su mamá y una vecina.

El hombre había sido excarcelado el 29 de septiembre pasado, es decir, tres semanas antes de que asesinaran al agente de la Policía Federal (PFA) Esteban Nicolás Lagos (28) y el barrendero Juan Roberto Bonifacio (34), en un colectivo de la línea 100, de acuerdo a lo que surge de un fallo dictado por la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.

El martes se viralizó un video grabado el 23 de octubre del año pasado en el que se observa el momento en el que el sospechoso prófugo agrede a una mujer que le recrimina que estaba maltratando a su perro.

Por el doble crimen, la justicia ya le dictó la prisión preventiva al primer imputado detenido en la causa, identificado como Cristian Ramón Vivas.

El hecho ocurrió el lunes 19 de octubre, a las 23.40, arriba del interno 4845 de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, cuando dos ladrones subieron armados y comenzaron a asaltar a los pasajeros.

Al ver la situación, Lagos, quien viajaba entre el pasaje uniformado, se levantó de su asiento y dio la voz de alto, pero de inmediato comenzaron los disparos.

La autopsia determinó que el policía recibió cuatro tiros de frente: uno en el cuello, otro en el pecho, un tercero en un brazo y el restante en una pierna. En el caso del recolector de residuos Bonifacio, fue alcanzado por un único disparo que ingresó por la espalda, ya que viajaba en un asiento que miraba hacia la luneta trasera del colectivo.

Otros dos pasajeros, de 30 y 34 años, resultaron baleados, uno en una pierna y el otro en un pie, pero con heridas que no revistieron gravedad.

Los dos delincuentes escaparon de la unidad luego pedirle al chofer que abriera la puerta y de robar la pistola 9 milímetros reglamentaria al policía baleado.