La jueza María Eugenia Capuchetti, que lleva la causa por el intento de asesinato de Cristina Kirchner, dictó esta tarde el secreto de sumario y no se descartan nuevos allanamientos y detenciones en el marco de una investigación en la que se sopsecha que Fernando André Sabag Montiel no actuó solo en el ataque a la vicepresidente.
Tras la declaración en Comodoro Py de los peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por el formateo del equipo del detenido durante uno de los intentos de la Federal por extraer información del teléfono que estaba guardado en una caja fuerte del juzgado para su resguardo.
Mientras los técnicos de la PSA trataban de desbloquear el aparato les apareció la leyenda de un borrado del teléfono luego de la manipulación que hicieron especialistas de la PFA.
Igualmente hay información del teléfono a la que el juzgado accedió, la almacenada en la tarjeta SIM, y no se descartan hacer consultas a los Estados Unidos para avanzar en la investigación a partir de las dificultades técnicas.
También, se terminó el peritaje de una laptop secuestrada durante el allanamiento a la casa de Sabag Montiel y cuyo contenido aún debe ser analizado.
En el arma secuestrada a Sabag Montiel no encontraron huellas dactilares y por eso se rastrea ADN en la Bersa calibre 32, para verificar si coincide con el del imputado.
Declaró un amigo de Sabag Montiel
Además de los peritos de la PSA y la PFA, declaró Mario, un amigo del atacante, que, en una entrevista, dijo que Sabag Montiel “era un marginal que no tenía nada que perder”, que a su criterio “la intención original era matarla (a Cristina Kirchner)” y que “lamentablemente no ensayó antes”.
En su declaración, aseguró que creía que su amigo era “capaz de cometer este hecho”. También aportó su teléfono celular de manera voluntaria para que lo periten.
También se prevé que también citen a declarar a la novia de Sabag Montiel, que dijo en declaraciones a la prensa que estaba en una relación con él desde hacía un mes. La joven señaló que convivían, pero que nunca vio un arma ni una de las 100 balas que la policía encontró en la casa que compartían.
La mujer dijo que se enteró “por la prensa de lo que pasó” y que no estaba con su novio el jueves por la noche, cuando Sabag Montiel se dirigió a la casa de Cristina Kirchner, le apuntó a la cabeza y le gatilló.
