Femicidio en Loma Hermosa: los signos de alarma previos al ataque

Acoso, mensajes de texto, amenazas de suicidio. La ejecutó y se mató.

La empleadora de la mujer asesinada hoy en una panadería de la localidad bonaerense de Loma Hermosa detalló que en los días previos al hecho el femicida acosaba a la víctima con mensajes telefónicos para reanudar la relación, lo que llevó a que su empleada cambiara la cerradura de su casa, y recordó que tiempo atrás vio al agresor armado.

En declaraciones a la prensa, Lucía, la dueña de la panadería donde ocurrió el femicidio seguido de suicidio dijo que conocía a Esther Villalba desde hacía 17 años, aunque trabajaba para ella desde hacía siete, y que también había visto varias veces a quien había sido su pareja, Hugo Antonio Machi.

“Verónica ingresó a eso de las 6.20 y a los dos minutos entró él, se ponen a hablar en el mostrador, él se da vuelta, ahí saca el arma y la empieza a correr para el fondo. Ahí le tira dos disparos y apunta a un compañero mío para tirarle también porque la quiso defender, entonces ahí él viene afuera a pedir ayuda”, relató la dueña del comercio sobre la secuencia del femicidio y suicidio.

Lucía dijo que si bien Marchi “no le pegaba ni nada”, hacía un mes y medio que se habían separado y él “continuamente la vivía llamando, escribiendo cosas”. “El domingo, cuando nos íbamos juntas, me dice ‘me sigue llamando y me sigue mandando mensajes’. Yo le digo, ‘bueno, no le contestes nada’. Yo sabía que por ahí no le pegaba pero no la dejaba ni que se pinte las uñas, todo le molestaba“, contó la testigo sobre el atacante.

“Vero creía que él no le iba a hacer nada a ella… nada más decía continuamente que él se iba a matar”, prosiguió la dueña del comercio, quien recordó que un día viajó en el auto con la pareja y Marchi le mostró que tenía un arma. “‘Mirá que ahí tengo el arma, así que ojo’, me dijo. Él no quería que me relacionara mucho con ella”, añadió.

Lucía dijo que a pesar de su consejo para que lo denunciara, Villalba decía que no porque pensaba que como no había antecedentes de violencia física “no le iban a dar bolilla”. “Para ella ya era definitivo el fin de la relación, no iba a volver con él. Hace tres semanas se vieron en San Martín porque ella supuestamente le iba a firmar el 08 (de el auto de él que estaba a su nombre) pero él no llevó el papel y le dijo que se iba a tirar abajo de un colectivo“, contó Lucía al recordar los comentarios de la víctima.

La empleadora agregó que el pasado domingo fue el último día que vio a Esther y que le aconsejó que cambiara las llaves de la casa porque él tenía unas que le había quitado, lo que finalmente hizo. “Él era como un enfermo, y se lo dije a ella, ‘Vero, eso no es normal'”, concluyó Lucía.

Si sufrís violencia de género, pedía ayuda

La Línea 144 brinda atención telefónica especializada a mujeres víctimas de violencia de género durante las 24 horas, los 365 días del año. Es anónima, gratuita y nacional. Para casos de riesgo, comunicate con el 911. Además, se encuentra disponible la aplicación gratuita para celulares.