Con una modificación en el número de integrantes que bajó de 25 a 15 y pese al rechazo opositor, el oficialismo consiguió esta noche la media sanción en el Senado del proyecto de ampliación de la cantidad de integrantes de la Corte Suprema de Justicia, que, ahora, pasará a ser tratado en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, la iniciativa, que cosechó 36 votos afirmativos y 33 negativos, tiene casi nulas chances de avanzar con la reforma en la Cámara baja, donde la oposición la rechazará.
Por la resistencia de sectores internos del oficialismo al proyecto de reforma para ampliar la Corte Suprema a 25 miembros suscripto por los cristinistas José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, que ponía en peligro la media sanción del Senado, el Frente de Todos cedió en las pretensiones y a último momento modificó la redacción del texto acotando a 15 integrantes la composición del máximo tribunal de Justicia.
El Frente de Todos pujó durante meses por encontrar cooptar al puntano Adolfo Rodríguez Saá, y a los cotizados aliados circunstanciales Alberto Weretilneck y Clara Vega, quienes impulsaban iniciativas que contemplaban un número menor a 25. Pero los intentos no prosperaron y por eso se demoró tanto la convocatoria a la sesión.
En la votación final, el oficialismo consiguió que los tres acompañaran el proyecto, y también hizo lo propio la misionera Magdalena Solari Quintana. La puntana oficialista María Eugenia Catalfamo votó en contra por indicación expresa de su gobernador Alberto Rodríguez Saá, uno de los que más había bregado para que la Corte pasara a tener 25 miembros. Ese voto en contra, no obstante, no puso en riesgo la media sanción.
Si se aprobara la iniciativa en la Cámara de Diputados, y se completara la integración con la designación de nuevos magistrados, el órgano pasará a contar con 11 integrantes adicionales, ya que pese a que la ley actual establece una composición de cinco miembros, quedó reducida a cuatro desde la renuncia en noviembre del año pasado de la jueza Elena Highton de Nolasco.
La sesión fue habilitaba por la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma de Zamora, ya que la vicepresidente Cristina Kirchner no asistió pues se encuentra dedicada de lleno al tema que la desvela: el juicio por el que se encuentra procesada en la causa Vialidad.
Juntos por el Cambio no contribuyó con el quórum, en rechazo a la iniciativa con la que -según afirman-el oficialismo busca controlar a la Justicia y conseguir la impunidad de Cristina Kirchner y otros referentes del oficialismo. Sus senadores recién bajaron al recinto con la sesión ya empezada.
El debate
El titular de la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, Guillermo Snopek, defendió el proyecto y afirmó que el debate se extendió por “seis meses”.
Al referirse a la composición actual de la Corte Suprema, recordó que la integran “solo cuatro miembros, cuatro hombres”, por lo que pidió incorporar la paridad de género como principio rector de la nueva integración del máximo órgano de Justicia.
La vicepresidente de la Comisión de Justicia y miembro informante de Juntos por el Cambio, Beatriz Ávila, expresó su “estupor y asombro” por el tratamiento de una reforma de la Corte, y negó que el tema esté “entre las prioridades de los argentinos”.
“Por más que los gobernadores digan que lo que buscan es el federalismo, regionalizar o la paridad de género, y por más que fueran buenas iniciativas o de buena fe, subyace que por atrás hay otra intención. Subyace que se quiere avanzar, manipular al Poder Judicial nuevamente, y eso no lo podemos permitir”, subrayó la legisladora opositora.
El senador nacional Martín Lousteau (UCR) coincidió en que la discusión de una reforma de la Corte Suprema no puede ser una prioridad del Congreso en medio de una situación social desbordante con un nivel de inflación récord desde la hiperinflación del fines de los 80.
“¿Conquistar políticamente la Corte qué resuelve de nuestros problemas? ¿Da la tranquilidad de que se va a recibir justicia?”, se preguntó en otro tramo de su discurso.
Por su parte, la también radical Silvia Giacoppo rechazó el argumento oficialista respecto de que una Corte mejorada contribuiría a resolver los problemas de la ciudadanía.
“La Corte no resuelve los problemas de la gente porque está para controlar la constitucionalidad de los fallos. Los que resuelven los problemas cotidianos son los juzgados de primera y segunda instancia y las cámaras, dejemos de mentirle a la sociedad“, explicó la jujeña.
El oficialista fueguino Matías Rodríguez recogió el guante: “Lo que vamos a lograr con una Corte mayoritaria y con áreas especializadas en diferentes temas es mayor agilidad. ¿Cómo no va a ser un tema de la gente tener un servicio de justicia más ágil?, ¿por qué lo quieren minimizar?”.
También la vicejefa del interbloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti, criticó el arumento opositor de que el tema es ajeno a las preocupaciones de la población.
“Hay que poner los intereses del país por delante de cualquier cosa. Hay que ser valientes para ponerse de acuerdo y no hay que tenerle miedo a las tapas de los diarios que los retan cuando hablan con el kirchnerismo”, desafió a la oposición la mendocina camporista.
La senadora catamarqueña Lucía Corpacci hizo hincapié en la cuestión de género e hizo un repaso sobre la composición de las distintas cortes desde el regreso de la democracia en 1983.
“Desde el advenimiento de la democracia, por la Corte han pasado 25 miembros, solo 3 fueron del interior profundo y 19 han sido de Buenos Aires. Es muy importante que las provincias estén sentadas en la Corte si no se quiere seguir creando un país unitario“, aseguró la legisladora oficialista.
El senador de Juntos por el Cambio Pablo Daniel Blanco afirmó que “al oficialismo lo único que le interesa es garantizarle la impunidad a la vicepresidenta de la Nación” Cristina Kirchner.
“El número de miembros de la Corte que han propuesto es de 15, hace pocos días era 25, antes 16 y antes 9. Para mí el número es anecdótico. La única condición que tenía que cumplir era doble: que garantice la impunidad de Cristina Kirchner y que permita el acuerdo de senadores oficialistas con sus aliados”, acusó.
A su turno, Weretilneck indicó: “Estamos proponiendo que el control constitucional de los actos de este Congreso y del Poder Ejecutivo sea más democrático y tenga más miradas y puntos de vista. Porque cuantas menos personas integran una corte, mayor autoritarismo y menor transparencia“.
Ya casi sobre el final, Oscar Parrilli (Unidad Ciudadana-Frente de Todos) sostuvo que “de los cuatro miembros que hay hoy en la Corte, dos definen absolutamente todo, se votan a sí mismos”, en alusión a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
¿Esta es la Corte que queremos? Tenemos que tener otra, no por nosotros, sino por la democracia y por el gobierno que será electo en el 2023″, manifestó el neuquino, mano derecha de Cristina Kirchner.
Completó el tiempo destinado a Unidad Ciudadana en los discursos de cierre la kirchnerista bonaerense Juliana Di Tullio, quien expresó que esta Corte tiene que ser ampliada porque tiene que ser autocontrolada y porque es la única manera que sea más democrática, que sea independiente en serio y que sea federal”.
El último discurso estuvo a cargo del presidente del interbloque oficialista, José Mayans, quien señaló: “El Poder Judicial está altamente cuestionado y necesitamos que sea confiable, pero tenemos un problema, la Corte se siente un poder superior”.