Tras la prohibición por parte de la FIFA de utilizar en el Mundial de Qatar los brazaletes OneLove, la demanda de este símbolo que pretende enviar un mensaje de tolerancia, conexión y oposición a toda forma de segregación, se disparó en las dos últimas dos semanas.
OneLove está en la mira del mundo desde que la FIFA amenazó a varios capitanes de equipos europeos con sancionarlos si los usaban tal como es habitual en muchas ligas del viejo continente en apoyo a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) en Qatar, donde la homosexualidad es ilegal y considerada un delito.
Neuer no pudo lucir el brazalete de OneLove
La historia comenzó cuando las federaciones de fútbol de Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Suiza habían anunciado, horas antes del arranque de la Copa del Mundo, que los capitanes de sus selecciones lucirían el brazalete multicolor.
Luego de que la FIFA presionara advirtiendo que una manifestación de esa naturaleza sería sancionada con una tarjeta amarilla, las mismas federaciones optaron por dar marcha atrás para no sufrir un perjuicio deportivo.
Por su parte, Manuel Neuer, capitán de Alemania y reconocido por manifestarse siempre a favor de los derechos que reivindica el movimiento One Love, posó junto a sus compañeros antes del inicio del encuentro contra Japón con una mano tapándose la boca, en una clara pretensión de manifestar que no los están dejando expresarse.
Además, el guardameta lució los colores del arcoíris en sus botines, algo que de momento no tiene una sanción prevista. El brazalete que utilizó, tal como chequeó uno de los árbitros asistentes, fue el de No discriminación que propuso la FIFA.
OneLove: la voz de la empresa
Desde la ciudad neerlandesa de Utrecht, la empresa Badge Direct BV afirma que su producción colapsó tras enviar 10.000 brazaletes con la leyenda One Love: “El gran auge se produjo con la llegada del Mundial de fútbol y, sin duda, con la declaración de la FIFA de no permitir estos brazaletes de capitán en el campo”, explicó su director general, Roland Heerkens, en una entrevista.
La demanda de los brazaletes, que se lanzaron originalmente en 2020 como parte de una campaña de inclusión de la Real Federación Neerlandesa de Fútbol (KNVB), que se opone a la segregación por motivos de raza, color de piel, orientación sexual, cultura, fe, nacionalidad, género, edad y “cualquier otra forma de discriminación”, había sido solo regular.
El diseño presenta una bandera arcoíris en forma de corazón con un número 1 en el centro, rodeado por el texto OneLove a cada lado y el lema “el fútbol conecta” en cursiva debajo.
Ahora la demanda viene de todo el mundo, desde consumidores que quieren “tener el brazalete y hacer una declaración, hasta el Parlamento Europeo, que acaba de pedir 500 unidades”, detalló Heerkens.
Los brazaletes tienen un precio justo por encima del costo al público de 4,99 euros ($848,89). Un nuevo lote de 10.000 se venderá en la tienda web de la KNVB y en Voetbalshop.nl cuando esté disponible.
