Continúa la tensión en torno al desalojo del Hípico de Monte Grande


Desalojo Hípico Monte Grande

Bajo la consigna “honrados y de bien” un puñado de socios y directivos del Club Hípico Monte Grande (CHMG) realizaron una abrazo simbólico en la sede de la entidad el tiempo que los caballos eran trasladados a otros clubes e instituciones ante la inminente demolición de las instalaciones.

La sede de Avenidad Boulevard Buenos Aires al 800 en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría fue, también, el escenario de un ir y venir de funcionarios municipales, socios, propietarios de caballos y empleados de la entidad que deberán enfrentar un nuevo destino.

Incidentes con un funcionario municipal

En ese marco, y mientras el operativo de desalojo se llevaba adelante, un grupo de allegados a la institución interpeló duramente al subsecretario de Gobierno de la comuna, Alejandro Bonomo, a quien rodearon en la calle Amat hasta que personal policial lo escoltó al interior del predio.

“Esta situación se dio por el atropello, porque esta persona y el resto con total impunidad entraron sin ningún tipo de orden judicial. Acá está la policía de la Provincia no sabemos en concepto de qué”, indicó uno de los protagonistas del incidente a un medio local y, aunque se negó a dar su nombre, precisó: “Esta fue la reacción de los socios del club ante este hombre que salió por la puerta con total impunidad, divirtiéndose y riéndose de nosotros”.

Por primera vez habla el presidente del Hípico Monte Grande

En ese marco, InfoRegión obtuvo en exclusiva la palabra del titular del club Hípico Monte Grande, Carlos Torales, quien accedió a dar su versión de los sucesos a través de un cuestionario enviado por este cronista.

“Para que puedas tener un verdadero paneo de la situación en la cual se produjo el desalojo del club, deben tener en consideración que desde el municipio y un grupo de exsocios se puso en marcha una campaña de desprestigio e intento de desestabilización del desarrollo normal de las actividades sociales y deportivas, puso de relieve a modo de prólogo.

InfoRegión: ¿Cuál sería el fin de desprestigiar al CHMG?
– La campaña de desprestigio se hizo desde el municipio en sus redes y medios oficialistas por lo que ellos deberían explicar porqué.

IR: El municipio de Esteban Echeverrría lanzó un comunicado ¿qué responden ustedes? en especial con respecto al tema de que sus mandatos están vencidos por lo cual la situación sería irregular al igual que el comodato por las tierras que ocupa el club también habría vencido.

– Los mandatos de comisión directiva se encuentran totalmente vigentes.

IR: ¿Cuál es la situación de los empleados del club?

Los empleados acompañan a esta comisión directiva en todos los reclamos efectuados por el club. Gran parte de ellos continúan cumpliendo funciones de manera particular con jinetes e instituciones que se solidarizaron con esta situación intempestiva de desalojo y se programó una audiencia en el ámbito del Ministerio de Trabajo para la próxima semana con su sindicato (IR -UTEDyC -Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles-) , a cual también se encuentra citado el intendente municipal.

IR: Desde el Municipio indicaron que había gestiones para darle al club un nuevo predio. ¿podría darnos alguna precisión?

– No tenemos ninguna invitación formal a tal efecto. Siempre que nos invitaron a reunirnos accedimos de buena fe y nunca hubo una propuesta concreta escrita sobre el particular que pudiéramos evaluar.Una semana después de la reunión y sin que hubieran remitido la propuesta escrita que requerimos para garantizar la transparencia, el municipio inició su accionar ilegítimo.

IR: Trascendió que usted o algún miembro de la CD habría agredido al subsecretario de Gobierno, Alejendro Bonomo, ¿podría decirnos algo sobre este tema?

-Son mentiras, todo lo contrario, la autoridad municipal amenazó a varios miembros de comisión directiva y con su accionar infundió terror en los socios, recordando épocas oscuras de nuestro país. Demás está decir que nuestros socios son familias y niños en su mayoría.

IR: Tenemos entendido que los caballos fueron trasladados, ¿qué pasó o qué destino tienen los materiales y bienes del club?

– Los escasos bienes del club que se pudieron retirar en el plazo irrisorio de 48 hs otorgado por el municipio fueron trasladados a diferentes lugares cedidos amablemente por instituciones y socios que se solidarizan con la situación. Cabe destacar que cada socio retiró sus pertenencias y todo fue inventariado y controlado cada retiro en actas por parte del municipio y quedando aún en el predio las instalaciones más importantes del club, cuyo valor representa 73 años de aportes de los socios y quedará bajo responsabilidad del municipio.

IR: Finalmente, ¿cuáles son los pasos que prevé seguir la CD sobre este tema?

-Dado lo extraordinario de la situación esta comisión evalua en conjunto con los socios cómo continuar luchando por defender los derechos del club y de los socios, vulnerados por el atropello sufrido por parte del municipio que allanó y tomó las tierras de facto y autoritariamente, sin orden judicial alguna, sin considerar los 70 años de historia, ni el carácter educativo y terapéutico de la institución o el bienestar de los animales.
Cabe destacar que el club, desde ya, no se opone a la realización de una obra que beneficia a la comunidad.
Que siempre estuvo abierto a debatir una solución favorable a la institución que fuera presentada seriamente, incluso ceder lo necesario para la mentada obra mientras se realizaba la construcción del nuevo club.

Un grupo de socios pide por más institucionalidad

Un grupo de socios de la entidad sostiene que gran parte de la crisis que atraviesa el Hípico tiene su origen en una supuesta falta de institucionalidad y de transparencia de las últimas gestiones de su comisión directiva encabezada por Carlos Torales y su esposa María Eugenia Pouso y que motivaron que enviaran una nota al director de Personas Jurídicas bonaerense, Ariel Gimenez.

En la nota, a la que tuvo acceso InfoRegión, solicitaban la intervención del organismo y detallaban una serie de “incumplimientos al estatuto social” entre los que se destacaban el “desarrollo de actividades de instrucción de equitación por personal no idóneo ni profesional habilitado”; la “baja de socios de manera unilateral” y la “expulsión de socios violentando los procedimientos estipulados por el estatuto”.

También reclamaban por la falta de reuniones de Comisión Directiva convocadas y realizadas en tiempo y forma; faltas “en las tareas administrativas” y en la falta de “rendición mensual de cuentas y rendición de los estados contables y patrimoniales“, entre otras irregularidades.

Además expresaban su preocupación por “el alcance de los compromisos contractuales” asumidos con privados, “involucrando diversas instalaciones del club, como ser salón restaurante, piscina de natación (colonia de vacaciones), bufete, gimnasio y talabartería cuyos documentos y términos han sido resueltos en total confidencialidad sin haber sido informados formal ni informalmente con los socios”.