La historia de lucha de Santiago Echeverría tiene un final feliz. El jugador estuvo dos años peleando para recuperar la posibilidad de volver a las canchas luego de sufrir una acusación injusta sobre un doping positivo y, ahora, firmó su vínculo con Brown de Adrogué, institución que le abrió las puertas luego de que le levantaran la sanción.
El marcador central había dado positivo del esteroide anabólico Boldenona el 21 de diciembre del 2017 (la muestra fue tomada en noviembre de ese año), cuando jugaba en Colombia, aunque estudios confirmaron que es una sustancia que aparece en muestras de ganado vacuno, ya que se utiliza para engordar a los animales en ese país.
Luego de una odisea para dejar atrás la pena impuesta de cuatro años, su lucha llevó a que la redujeran a la mitad y es por eso que está a disposición del Tricolor para volver a la competencia oficial y dar una mano en los objetivos del equipo en la Primera Nacional.
En consecuencia, Brown suma un marcador central de experiencia ya que el jugador vistió numerosas camisetas en el ámbito local e incluso suma experiencia internacional. Con 29 años, surgió de las inferiores de Talleres de Remedios de Escalada, club del cual es hincha, más tarde pasó a Boca sin demasiada participación.
Entre 2012 y 2014 vistió las camisetas de Almirante Brown y Brown de Adrogué, luego emigró a Huracán en la Superliga y fue partícipe de la obtención de la Copa Argentina. En el 2016 asumió su primera experiencia fuera de las fronteras al jugar para Mineros de Zacatecas en México. Finalmente, su rendimiento ascendente lo llevó a Independiente Medellín, escenario en el que estuvo afianzado desde lo futbolístico pero sufrió el imprevisto que lo alejó por dos años de la actividad profesional.
