Apareció destruido un tramo de las nuevas bicisendas de Lomas de Zamora


Un tramo de las flamantes bicisendas que comenzó a construir la municipalidad de Lomas de Zamora en la localidad de Temperley, parte de un recorrido total de 22 km proyectados para todo el municipio, aparecieron este domingo destruidas, con la señalización y los bloques de hormigón removidos.

Las imágenes de las bicisendas destruidas comenzaron a replicarse este domingo, en especial en la zona del hipermercado Coto y el parque Finky, donde la semana pasada comenzaron a ser desplegadas por el municipio en el marco de un plan anunciado en octubre último que prevé una inversión de 224 millones de pesos para el tendido del recorrido que unirá estaciones de trenes y parques municipales.

Los bloques y las señalizaciones removidas se vieron fundamentalmente sobre la calle Soler en un tramo de unos setecientos metros desde Pichincha hasta San Basilio, donde los pedazos de material empleados para la demarcación de las sendas, que estaban amurados a la cinta asfáltica, aparecieron prolijamente depositados sobre las veredas.

Producto de un prolijo trabajo de desmontado, las bicisendas literalmente desaparecieron de esas calles pocos días después de su instalación y justo en el día en el que el municipio organizó una bicicleteada como marco para una suerte de inauguración no oficial del recorrido.

A un costo promedio de poco más de un millón de pesos por cada cien metros, según el presupuesto oficial asignado en octubre del año pasado, las bicisendas fueron objeto de una fuerte polémica vecinal en la que una porción de los vecinos celebró el arribo de esas vías de circulación privilegiada para ciclistas, mientras que otro, con la misma intensidad, repudió el achicamiento de la calzada, la limitación de espacios para estacionar, la calidad y hasta el costo de la obra. Incluso en algunos vecinos reclamaron que la demarcación de la bicisenda no incluyó tareas mínimas de bacheo en las zonas asignadas al recorrido.

En ese contexto, la destrucción de las bicisendas recién instaladas parece escalar la resistencia del sector vecinal que se opone a la obra y abrir interrogantes sobre el destino final del proyecto.