Lula decretó la intervención federal en Brasilia hasta el 31 de enero

El decreto promete que los vándalos serán castigados, mientras el desalojo de los edificios avanza

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, decretó la intervención federal de Brasilia para que actúen fuerzas de seguridad y miliares hasta el próximo 31 de enero para que actúen fuerzas de seguridad y miliares, mientras que garantizó que todos los responsables de lo que calificó como una “barbarie” contra la democracia, a los que llamó “fascistas”, serán castigados.

El decreto implica que las fuerzas federales “pueden actuar” para preservar la seguridad en Brasilia.

“Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados”, expresó.

“Y vamos a averiguar quiénes son los financistas de los que fueron hoy a Brasilia, y todos pagarán con fuerza de ley”, señaló el presidente.

Lula se manifestó de ese modo luego que centenares de militantes radicalizados tomaran el Planalto donde se agrupan las sedes de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, donde causaron destrozos.

El presidente cuestionó las actuaciones de la Policía Militar, al señalar que “algunos se encontraron guiando a los vándalos”, por lo que anticipó que habrá una investigación al respecto.

Militares y fuerzas de seguridad retoman el control de los edificios gubernamentales en Brasilia

Las fuerzas del gobierno brasileño comenzaban a retomar el control de los edificios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que habían sido tomados por los bolsonaristas.

Policías y militares, en algunos casos con la utilización de gases lacrimógenos, y tanto caballos, como móviles y medios aéreos retomaban varios sectores de los edificios que habían sido tomados por miles de simpatizantes radicalizados del ex presidente Jair Bolsonaro, los cuales causaron destrozos de instalaciones y mobiliarios.

En primer lugar se logró retomar la sede del la Suprema Corte Federal, después el Congreso y por último el Planato, la sede del Ejecutivo, todos ellos en forma parcial por el momento.

Poco antes, el presidente del Congreso de Brasil, el senador Rodrigo Pacheco, había pedido castigar de forma “urgente” y con el “rigor de la ley” a los radicales bolsonaristas que han invadido las sedes del Parlamento, la Presidencia de la República y la Corte Suprema, en Brasilia.

“Repudio vehementemente estos actos antidemocráticos, que deben sentir el rigor de la ley con urgencia”, afirmó Pachecho, en un mensaje publicado en sus redes sociales.

El senador informó de que está en “contacto permanente” con el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, quien le aseguró que “está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial” para “controlar la situación”.

“En la acción, están empeñadas las fuerzas de seguridad del Distrito Federal, además de la Policía Legislativa del Congreso”, añadió Pacheco.