Murió el músico Gustavo Fuentes

El músico lomense Gustavo Fuentes es uno de los referentes ineludibles de la música celta.

Gustavo Fuentes

El músico lomense Gustavo Fuentes falleció hoy a los 53 años una partida que llenó de estupor y dolor a todos aquellos que disfrutaron de su labor como investigador, docente, creador e intérprete de la música celta en la Argentina, un género que lo tiene como un referente ineludible.

“Se fue en paz y tranquilo”, indicó su familia en un mensaje que rápidamente se hizo viral entre quienes disfrutaron de su arte, talento y sabiduría desde hace casi cuatro décadas.

Hincha de Los Andes, estudió en el Nacional de Banfield y el conservatorio Julián Aguirre y este año se cumplirían 36 años de su primer concierto de música celta: el 1º de agosto de 1987, cuando dirigió musicalmente al grupo Poitín.

Condujo luego la segunda etapa del grupo -rebautizado Potim- desde 1996 a 1997, y en 1998 fundó y dirigió hasta 2015 el Coro Ávalon de Música Celta, la primera formación de este tipo en América Latina dedicada a la música tradicional de Asturias, Bretaña, Cornualles, Escocia, Gales, Galicia, Irlanda y la Isla de Man.

Paralelamente lideró la banda Amergin hasta 2001, uno de los grupos más recordados entre los seguidores de este género.

En 2003 fundó el grupo Eriskay y la Escuela y el Ensamble de Música Celta de Buenos Aires desde donde formó a docenas de intérpretes del género.

Referente de la música celta, alguna vez tuvo que aportar sus instrumentos para que el gallego Carlos Núñez pueda tocar en la Argentina o se encapuchó como un verdugo flautista para participar de un video de Calle 13.

Su último proyecto fue el Gustavo Fuentes Quinteto en donde exploraba nuevos sonidos desde el piano, el low y el thin whistle o la composición musical.

También se dedicó a la investigación musical y a conocer a fondo los instrumentos y géneros que conformaban la música e historia de los pueblos del Atlántico Norte.

Amiguero, talentoso, detallista, histriónico, gran contador de historias, y mejor docente, compuso más de cincuenta temas bajo la estética de la música celta, y grabó y editó trece discos sin contar las innúmeras participaciones en varios compilados de distintos sellos discográficos.

“Gran artista, músico excepcional pero por sobre todas las cosas, buena persona. El mundo será un poco más triste a partir de hoy, Gus”, fue uno de los mensajes que le dedicaron en esta despedida que seguramente tendrá la música y la amistad como idioma.