La jornada electoral en la ciudad de Buenos Aires comenzó marcada por demoras y problemas en la votación, generando preocupación entre votantes y autoridades. La jueza electoral de la ciudad, María Servini, emitió una alerta en relación con una serie de incidentes que surgieron la noche anterior, poniendo en jaque el desarrollo fluido de los comicios locales. La situación llevó a las autoridades electorales a resolver la extensión del plazo de votación por una hora, hasta las 19.
Las máquinas electrónicas encargadas de generar las boletas con las que se vota para los cargos locales es el epicentro de los contratiempos. La magistrada informó que en diversos colegios las máquinas llegaron con notables retrasos, y en algunos casos, ni siquiera estaban presentes o funcionales. El caos se profundiza con la ausencia de kits de instalación en ciertos establecimientos, y la falta de conectividad en otros.
Ante esta preocupante situación, la jueza notificó a Alberto Dalla Vía, presidente de la Cámara Nacional Electoral, quien emitió una respuesta para explicar la situación en detalle. Fuentes judiciales confirmaron que, en las primeras horas del proceso electoral, se detectaron dificultades con la Boleta Única Electrónica (BUE).
El núcleo del inconveniente parece recaer en la empresa responsable de la BUE, que, según fuentes, habría realizado un cableado defectuoso que no estaba adecuadamente fijado al suelo. Esta situación potencialmente peligrosa podría ocasionar accidentes en los centros de votación. Además, los encargados de la empresa tenían la intención de abordar los problemas detectados a partir de las 6 de la mañana, sin embargo, esta propuesta fue rechazada por Servini porque consideró que podía comprometer la integridad del material electoral y, por ende, atrasar el inicio del proceso electoral.
“Resulta preocupante el grado de improvisación con el que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando una impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral”, afirmó la jueza.
Mientras tanto, los electores enfrentan largas esperas en los locales de votación. La periodista María O’Donell relató su experiencia al aire libre, esperando en una fila que casi no avanza. El acceso al centro de votación está restringido y se permite la entrada de un votante a la vez.
“En mi mesa en CABA viene lento. Una hora mínimo. La autoridad de mesa no acepta que dos personas voten en forma simultánea (una el papel, el otro la máquina) y eso genera una gran demora. Estimo hora y media mínimo”, contó la periodista en sus redes.
