La Cámara Federal de Casación Penal anuló la resolución que le concedía la libertad condicional al ex carcelero del centro clandestino de detención y exterminio “El Vesubio”, José Néstor Maidana.
Maidana fue condenado a 22 años y seis meses de prisión por delitos de lesa humanidad en julio de 2011, pero el Tribunal Oral Federal 4 (TOF) le otorgó el 15 de enero pasado la libertad condicional y se mudó a Adrogué, con su hija.
En diálogo con Info región, la sobreviviente del El Vesubio e integrante de la comisión Vesubio Puente 12 Silvia Saladino manifestó que en la resolución del tribunal donde le concedieron la libertad no los habían llamado y como no se respetó la Ley de Víctimas, presentaron un recurso ante el Tribunal y llegó a Casación.
“Casación quería nuestra opinión, pero no queríamos que sea escrita. Nosotros le pedimos una audiencia virtual, entonces ahí hablamos tres víctimas de Maidana”, comentó la mujer, al tiempo que precisó: “Nos escucharon y tomaron esa resolución, no iban a opinar acerca de la condicional, sino que lo devolvían al Tribunal 4 para un nuevo pronunciamiento”.
Saladino consideró que “es un paso hacia adelante”. “Sentimos es que nos escucharon y que saben que no van a poder tomar cualquier resolución sin consultarnos y sin tenernos en cuenta”, apuntó.
El TOF 4 le había concedido la libertad a Maidana, pese a haber sido condenado por el secuestro y la tortura a 91 personas que pasaron por el centro clandestino de detención de La Tablada. La libertad condicional de este genocida había traído repudio y rechazo en la comunidad. Hubo varias marchas, escraches y convocatorias, en las cuales participaron diversas organizaciones sociales y gremiales exigiendo que se vaya.
José Maidana era el carcelero del centro clandestino de detención y exterminio conocido como “El Vesubio”. Era utilizado por el Ejército pero estaba en un terreno del Servicio Penitenciario Federal.
Según un trabajo elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) sobre “El Vesubio”, se trataba de un “chupadero”, término que los represores utilizaban para denominar a los lugares de detención en donde se alojaba a las víctimas inmediatamente después del secuestro. A partir de allí, se decidía si eran trasladados, liberados o asesinados.
