La muerte de Diego: “No se advirtió signo de criminalidad ni de violencia”, dijo el fiscal John Broyad

El fiscal general del departamento judicial de San Isidro aseguró que el fallecimiento de Diego Maradona "no posee más que características naturales".

El fiscal general del departamento judicial de San Isidro, John Broyad, aseguró que el fallecimiento de Diego Armando Maradona “no posee más que características naturales” y afirmó que “no se advirtió ningún signo de criminalidad ni de violencia”.

“Podemos confirmar con un tremendo dolor el fallecimiento de Diego Maradona a las 12 de este mediodía”, dijo Broyad ante los periodistas en la puerta del barrio cerrado San Andrés, en Tigre, donde ratificó que la autopsia se realizará desde las 18 en la morgue de San Fernando “para determinar las causas de la muerte”.

Según los investigadores judiciales, pocos minutos después del mediodía, la policía arribó al barrio privado junto a media docena de ambulancias de distintos empresas de emergencias que fueron convocadas por familiares y por autoridades del barrio privado.

El médico de una de esas ambulancias realizó las primeras maniobras de RCP pero no logró reanimarlo, por lo que se determinó la muerte.

Tras conocerse el fallecimiento del astro mundial, la Justicia de San Isidro abrió una causa que quedó a cargo de cuatro fiscales: por cuestiones de jurisdicción, participará la fiscal Laura Capra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Benavídez, quien estará acompañada por sus superiores, el fiscal general del departamento judicial de San Isidro, Broyad, y sus dos adjuntos, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.

Los fiscales dispusieron las primeras medidas de rigor, como el traslado del cuerpo de Maradona para la realización de la autopsia en la morgue de San Fernando, que funciona en el Hospital Petrona V. De Cordero, de la localidad de Virreyes, en ese partido del norte del conurbano.

Broyad explicó que “a las 16 comenzó el trabajo de Policía Científica que se acercó al domicilio y empezó con las tareas” periciales, de la cual participaron expertos de la Policía Científica de San Martín, de San Isidro, de La Plata, los más calificados”.

Casi de inmediato, los fiscales Capra e Iribarren comenzaron con las declaraciones testimoniales de todo el círculo íntimo de Maradona, entre ellas las personas que se hallaban con Diego al momento de su muerte: un sobrino llamado Jonatan Espósito, la cocinera conocida por su apodo “Monona”, la médica psiquiatra, y un vecino que es médico y que colaboró con la tarea de reanimación antes de la llegada de los otros profesionales.

En tanto, los fiscales Broyad y Ferrari se dirigieron a la morgue para supervisar la realización de la autopsia, con la que los investigadores pretenden “determinar fehacientemente las causales de la muerte”.