Un alto grado de agotamiento del personal de salud de las unidades de terapia (UTI), un incremento en el porcentaje de los pacientes ingresados con COVID-19 respecto al total de las internación y un aumento de los pacientes con requerimientos de asistencia respiratoria mecánica (ARM) son las principales conclusiones del nuevo estudio de la regional metropolitana de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) en centros de salud públicos y privados de todo el país
Para este trabajo, la SATI indagó acerca del nivel de agotamiento del equipo de salud a través de una escala en la que el 0 significa ‘no agotado’ y 10 ‘totalmente agotado’. Las respuesta de los médicos indicaron reflejaron un nivel de agotamiento de 7.9 en la escala; los enfermeros 7,4, y los kinesiólogos 7.3.
Los intensivistas destacaron que al momento de la encuesta -24 de abril- el 41% de los centros manifestaron no contar con camas libres, un porcentaje que en el Área Metropolitano de Buenos Aires (AMBA) se elevó al 56%, de los centros sin disponibilidad de la región, 57% son privados.
Del trabajo participaron 157 unidades de terapia de todo el país que involucran 2859 camas, de las cuales 85 fueron públicas y 72, privadas. En esas unidades la SATI observó una tasa de ocupación del 91%, el 66% de ellas con pacientes con COVID-19 y de los que el 78% requirieron asistencia ventilatoria mecánica.
En lo que respecta al área metropolitana de Buenos Aires, participaron 54 UTIs, que suman, entre ellas, un total de 1302 camas, 96% de las cuales están ocupadas, tres de cada cuatro con de ellos de pacientes con COVID-19, de los que 84% requirieron ARM.
Las otras jurisdicciones que pasaron la barrera del 90% de ocupación son: Mendoza (95.74%) y La Rioja (91.21%); mientras que Santiago del Estero (89.33%), Tierra del Fuego (88, 24%), Córdoba (85,45%), Río Negro (83,33%), Chubut (81,82%) y Santa Fe (80,57%) presentan más un 80% de camas ocupadas.
En cuanto al estado de vacunación de los pacientes internados en las UTIs del muestreo, el estudio consideró como ‘Sin Vacunar’ a quienes recibieron ninguna dosis de cualquiera de las vacunas y como ‘Vacunados’ a los pacientes con una o dos dosis y que presentaron síntomas de enfermedad moderada a severa 15 días o más después de recibir al menos una inoculación y que motivaran su ingreso a las UTIs.
Des este modo, el 93.5% de los ingresados por COVID-19 estaba sin vacunar; el 5.1% había recibido una dosis y el 1.1% ambas dosis.
