El Conaba celebra 50 años al servicio de la educación

“Formemos jóvenes buenos; si saben, mejor”, fue la premisa del fundador Eugenio Sarrais Alier. Cinco décadas de vida, pandemia y proyectos.

El Colegio Nacional de Banfield (Conaba) cumplió 50 años al servicio de la educación y la comunidad. Con una matrícula de más de mil estudiantes, la educación ambiental es hoy pilar central. “Están pendientes los aplausos para la Educación”, advirtió la directora de la institución, Jorgelina De Luca, al hacer un análisis de la pandemia.

La Escuela Secundaria 12 (aunque se la conoce como Conaba) está ubicada en Larroque 150 de Banfield. Asisten unos 1.050 estudiantes y el 14 de abril pasado cumplió 50 años. La pandemia de coronavirus obligó a retrasar los festejos, pero ya están pensados para septiembre del año próximo.

El acercamiento a la comunidad es fundamental. “Crear futuro a muchos jóvenes de la comunidad local”, es uno de los puntos que celebró De Luca, en diálogo con Info Región. Ella es ex alumna y desde hace tres es directora (los cinco anteriores fue vicedirectora). “La propuesta y el proyecto institucional ofrece oportunidades para poder estudiar y trabajar de lo que a uno le gusta”, apuntó.

Central es “poder hacerle ver a los alumnos lo importante que es formarse y estudiar, el derecho a la educación como oportunidad y para que se achiquen las brechas sociales, que tienen que ver con la calidad y el acceso a la educación”, reflexionó. Y en el marco del diálogo con la comunidad, aparecen proyectos que tienen que ver con el acercamiento pero también con la educación ambiental.

En este escenario, De Luca planteó dos ejes: el maratón, que esperan realizar la segunda edición pronto, y la huerta.  “Pensamos en la educación ambiental como eje de nuestro proyecto institucional, teniendo en cuenta la sustentabilidad en su aspecto más amplio (alimentación y aprovechamiento de los recursos)”, mencionó. También destacó la articulación con otros sectores, entre los que se destaca el viaje a Chapadmalal en el marco del programa “Jóvenes y Memoria”, que es coordinado por la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires. 

Atravesados por la pandemia

La primera etapa fue la más dura, los comercios cerraron y las familias se refugiaron en sus hogares, pero la escuela siguió funcionando. “Se garantizó la continuidad pedagógica a partir de plataformas virtuales, Classroom y cuadernillos proporcionados por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia”, explicó la directora del Conaba.

Las puertas no se cerraron, pese a que los estudiantes y los docentes debían trabajar en otro espacio. Y esto es literal. Es que la institución mantuvo sus puertas abiertas para la entrega de módulos alimentarios (del SAE) a cientos de familias.

El vínculo se reinventó, como en otras situaciones. La charla del patio se trasladó a Whatsapp y fue fundamental el rol de los preceptores. “El puente entre la escuela y la familia”. Así lo definió De Luca, quien destacó que no hubo estudiantes a los que les perdieran el rastro. “Siempre estuvimos en contacto”, remarcó, pero admitió que hubo una baja en el comienzo. Celebró, también, el programa ATR (Programa de Acompañamiento a las Trayectorias y la Revinculación).

En este punto, De Luca reivindicó la función social de la escuela. “Los trabajadores la ponen en marcha y la sostienen desde distintos roles”, valoró, al tiempo que consideró que “están pendientes los aplausos para la Escuela”, recordando los homenajes que se brindaban a los trabajadores de la salud durante el confinamiento.

La historia…

Abrió sus puertas el 14 de Abril de 1971. El edificio donde funciona el colegio se construyó sobre terrenos que pertenecieron a la Casa-Quinta conocida “La Teodora”, propiedad de la familia Rojas, que se loteo a fines de la década del 20. El fundador de la institución fue Eugenio Sarrais Alier y su frase sigue teniendo hoy la misma vigencia que ayer: “Formemos jóvenes buenos; si saben, mejor”.

“Formación de personas íntegras”, es el objetivo central de la institución, de acuerdo a lo comentado por De Luca a este medio. Destacó el trabajo de sus antecesores y remarcó que se trabaja para que “no se pierda el espíritu de su fundador”. “(El Conaba) forjó lo que soy”, destacó.