El policía acusado del homicidio del adolescente Luciano Olivera, quien recibió un balazo en el pecho cuando lo persiguieron porque aparentemente se negó a detenerse en un control en la ciudad balnearia de Miramar, se negó hoy a declarar ante la fiscal de la causa y seguirá preso, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Maximiliano González (25), quien se abstuvo de prestar declaración frente a la fiscal Ana María Caro que lo acusó por el delito de “homicidio agravado” y ya fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 44 de Batán.
El hecho ocurrió pasadas las 3 del 10 de diciembre, cuando una patrulla de la Policía bonaerense con cuatro efectivos a bordo quiso supuestamente identificar al adolescente que se trasladaba a bordo de una moto Yamaha YBR 125 roja. Los efectivos se cruzaron en su camino en la avenida 9, entre las calles 32 y 34, y luego de bajar de la patrulla uno de ellos le efectuó un disparo con su arma reglamentaria.
“Se me escapó un disparo”, aseguró según consta en el primer parte policial.
Ayer se realizó una marcha en Miramar para pedir justicia por Luciano y todo finalizó con represión. Los manifestantes rompieron las veredas y tiraron piedras contra los uniformados y la comisaría. Los agentes respondieron lanzando balas de goma y gases.
