Dos veces en la misma semana, en la misma esquina la misma familia sufrió dos robos de autos. Uno a punta de pistola el 31 de mayo último, el otro en el sigilo de la madrugada, mientras el barrio dormía. Todo frente a cámaras de seguridad, que nadie monitoreó, en la localidad de Llavallol, Lomas de Zamora.
El primer robo se produjo el 31 de mayo justo en el momento en que Anabella, la víctima, llegaba a su casa con un Renault Logan blanco y fue interceptada por dos delincuentes armados que aprovecharon el momento y amenazaron a la mujer mientras bajaba del vehículo. Una cámara de seguridad registró el momento, pero los delincuentes siguen prófugos. El auto lo encontró la misma familia en la zona de Transradio, en el partido de Esteban Echeverría.
Casi una semana más tarde, en la madrugada del lunes 6 de junio, la misma familia fue víctima de otro robo de un auto. En este caso se trató de un Fiat Duna rojo que estaba estacionado en la vereda y fue empujado por los delincuentes para no hacer ruido, hasta que pudieron ponerlo en marcha. En ese caso, también pudieron recuperarlo por iniciativa de la propia familia, en la localidad de Ingeniero Budge.
Según denunció la familia afectada, los delincuentes, en su recorrido pararon por debajo de cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo de la municipalidad, pero nadie detectó que se estaban produciendo los robos, por lo que no intervinieron las fuerzas de seguridad para impedir el hecho.
