La Noche de los Lápices: “Su lucha no fue en vano”, aseguró Alak en Banfield

Fue en el marco del nuevo aniversario de La Noche de los Lápices. Se realizó una jornada de la Memoria en el ex Pozo de Banfield, último lugar de detención de los estudiantes platenses.

Funcionarios nacionales, provinciales y locales participaron este viernes del acto que tuvo lugar en el ex Pozo de Banfield, último centro clandestino de detención y exterminio de los estudiantes platenses secuestrados en el marco de un operativo que se extendió por varios días y es conocido como La Noche de los Lápices, al cumplirse 46 años. “Su lucha no fue en vano”, aseguró Julio Alak.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires fue uno de los participantes de este emotivo evento en el Sitio de la Memoria de Siciliano y Vernet. También fue de la partida Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación; el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa; y la intendenta interina de Lomas de Zamora, Marina Lesci.

Uno de los momentos más emotivos, quizá, fue cuando la multitud comenzó a cantar “a pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido”, con los brazos en alto y los dedos en V.

“En el Día Nacional de la Juventud en homenaje a las y los estudiantes detenidos desaparecidos en la Noche de los Lápices, participamos del acto que se realizó en el Espacio para la Memoria y la Promoción para los Derechos Humanos ubicado en el ex Pozo de Banfield. Recordamos con dolor una tragedia que enlutó a la patria y expuso la brutalidad extrema que podía practicar el Estado terrorista argentino, al secuestrar y torturar a diez estudiantes secundarios por atreverse a reclamar el boleto estudiantil”, posteó Alak.

Su lucha no fue en vano. Tuvieron sus cuerpos pero no su obediencia, como sostienen las pancartas de los estudiantes de hoy. A 46 años los lápices siguen escribiendo“, advirtió.

Talleres, muestras, stands, intervenciones artísticas y música, formaron parte de las actividades en el ex Pozo de Banfield, cuyos delitos comenzaron a ser juzgados en el Juicio Brigadas (27 de octubre de 2020), en el cual ya se desarrollaron 80 audiencias.

La Noche de los Lápices

El 16 de septiembre se recuerda a los diez estudiantes secundarios platenses llevados adelante por la Policía de la provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata la noche del 16 de septiembre de 1976 como represalia al reclamo de los jóvenes por el boleto estudiantil gratuito.

Fueron secuestrados Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Emilce Moler, Patricia Miranda, Pablo Díaz y Gustavo Calotti. Los últimos cuatro sobrevivieron.

El Pozo de Banfield fue el último centro de detención clandestino donde los vieron. Fue uno de los centros de detenciones más importantes de la provincia de Buenos Aires, pertenecía a la Brigada de Investigaciones de Banfield y dependió del Regimiento de Infantería Mecanizada N°3, enmarcado en el denominado Circuito Camps. El predio también era conocido como “La Maternidad de la dictadura” porque un gran número de mujeres embarazadas detenidas fueron trasladadas y dieron a luz en ese lugar.

Sitio de Memoria

El 16 de septiembre de 2010, el Pozo de Banfield fue declarado Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el marco de un acto que contó con la presencia de la entonces secretaria de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, quien murió dos años después. Esta señalización, a partir de pilotes emplazados en el frente del edificio de Vernet y Siciliano, se registraba cuatro años después del inicio del trámite del Ministerio de Seguridad para que pasara a la órbita de Derechos Humanos.

Tras un pedido de informe a la Justicia, por parte del Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, se habilitó una parte para que funcione el Espacio para la Memoria. Se trataba de dos oficinas que no interferían con la causa, pero aún no fueron habilitadas. A 43 años de la dictadura cívico-militar y casi una década después de la señalización, las puertas se abrieron el 22 de marzo por primera vez a la comunidad.