Un adolescente de 17 años involucrado en el asesinato del empresario Andrés Blaquier, de nombre Fabrizio, logró escapar junto con otros tres jóvenes de un instituto de menores donde se encontraba detenido mientras enfrentaba cargos por el homicidio cometido en Pilar en octubre pasado.

El Centro de Referencia de Lomas de Zamora se encuentra en 12 de Octubre 1298, a 200 metros del cruce de Camino Negro y Larroque y está a cargo del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia. (OPyMA), que depende del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense que conduce Andrés Larroque.

Precisamente desde el OPyNA, informaron a la Justicia que Fabrizio y otros tres jóvenes limaron las barras de una reja, saltaron por la ventana, treparon una pared y lograron huir a la calle.

Sin embargo, un funcionario judicial con conocimiento del Instituto de Menores puso en duda la versión oficial proporcionada por las autoridades del centro de detención pues, según él, “limar esas rejas llevaría al menos una semana”.

El juez Alejandro Diego Flori, a cargo del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de San Isidro con sede en Pilar, ordenó la captura del fugitivo y la policía comenzó un operativo de búsqueda para recapturarlo.

Según fuentes policiales, también escaparon otros tres adolescentes y pusieron de relieve que también remarcaron que, en el momento de la fuga, no se encontraba el oficial de policía asignado a la vigilancia del perímetro externo.

Además, se indicó que los tres menores que escaparon junto al sospechoso del homicidio de Andrés Blaquier también enfrentaban procesos judiciales por asesinato.

Fabrizio fue procesado como coautor del homicidio de Blaquier, ya que se determinó que conducía la motocicleta utilizada en el ataque contra el empresario. Su cómplice, de 16 años, quien disparó el arma, se encuentra detenido en otra instalación.

No fue la primera fuga

El adolescente ya había intentado fugarse de otro instituto hace unos meses, durante un traslado por Panamericana en un vehículo penitenciario que iba a 100 kilómetros por hora, en un intento realizado en complicidad con el otro detenido y acusado por el asesinato de Blaquier.

En ese momento, uno golpeó a uno de los celadores, mientras el otro, desde atrás, le cruzó la cadena de las esposas por el cuello a un segundo guardia, para ahorcarlo mientras que le gritaban al chofer de la camioneta que detenga el vehículo y se golpeban las cabezas entre sí y contra las ventanillas para autolesionarse y culpar a los celadores.

“¡Les va a recaber!”, amenazaban mientras se reían y aseguraban que iban a denunciarlos por provocarles esas heridas, en un episodio que sucedió el 22 de marzo pasado cuando los menores regresaban a los centros de detención en los que estaban alojados tras asistir a una rueda de reconocimiento por el robo de la moto verde en la que interceptaron a Blaquier para robarle.

Sin embargo, la acción duró pocos minutos pues los guardias controlaron la situación, aunque resultaron con politraumatismos y lesiones cortantes en la cabeza.

Tras el intento de fuga, Fabrizio pidió dejar el Instituto Almafuerte de Morón, en el que estaba alojado, y fue trasladado a Lomas de Zamora: “Apenas llegó, en la entrevista de admisión, le dijo a un psicopedagogo que había intentado escapar porque tenía ‘problemas de convivencia’”, indicó Ramiro Salaber, el abogado de la familia Blaquier.

No conforme con eso, el letrado recordó que el joven le advirtió que en Lomas “era más sencillo evadirse” . “Acá veo muy fácil para escaparme”, agregó.

Tras esta nueva fuga, Salaber, reveló que la mujer de Blaquier se enteró de la fuga del menor “por los medios”: “No lo podía creer”.

“Se preocupan por proteger a los menores imputados -en este caso asesinos-, se preocupan por cuidarlos que no les pongan penas muy altas y a nosotros nos matan”, reclamó Salaber quien definió el caso como “crónica de un final anunciado” al apuntar contra Larroque.

El crimen de Andrés Blaquier ocurrió el 29 de octubre pasado, en el kilómetro 50 de la autopista Panamericana, cuando los dos adolescentes, a bordo de una moto, se pusieron a la par del empresario, que no se resistió al robo pero que, igualmente, fue baleado para hacerlo caer y robarle la moto BMW GS1200 en la que regresaba al country Martindale de Pilar.

Esta es la cuarta fuga que se produce en el instituto de Lomas de Zamora y, además, tres de los cuatro fugados habían participado días antes en un motín en el que los internos tomaron parte del instituto en reclamo de mejoras en la condiciones de internación, tener más tiempo fuera de las celdas, recibir visitas íntimas y usar celulares.