Apuñaló para robar un celular y lo condenron a realizar tareas comunitarias


La familia de un joven que sobrevivió milagrosamente a un ataque a puñaladas de un delincuente que casi lo mató para robarle el celular, tomó conocimiento recientemente que el agresor solo fue condenado a tres años de tareas comunitarias.

“Al segundo día de lo que le hizo a mi hijo ya estaba libre, y en esos momentos era todo por llamadas, hablé con el fiscal de la causa y me dijo que no corría riesgo que se vaya del país, por eso lo largaron”, contó Rubén Ruiz, el padre de la víctima, a un medio porteño.

El incidente ocurrió el 18 de junio del 2021 a bordo de un colectivo de la línea 501, en Monte Grande, donde, partido de Esteban Echeverría, cuando en pleno recorrido, un malviviente que había subido a la unidad simulando ser un pasajero, trató de despojar de su teléfono al joven que fue atacado a puntazos en el cuello.

La víctima fue asistida en el hospital Sofía T de Santamarina, recibió las curaciones de las heridas, que pudieron tener graves consecuencias, mientras que el acusado fue reducido por el chofer y otros pasajeros del ómnibus, quienes lo entregaron a los efectivos del Comando de Patrullas de Esteban Echeverría, que asistieron al lugar del hecho.

De acuerdo al informe policial, el episodio tuvo lugar en Mariano Alegre y Nicolás Bruzone, Monte Grande, donde acudieron tras un llamado al 911 que alertaba sobre “una pelea en el colectivo”, aunque, cuando llegaron al lugar, se encontraron con otra situación mucho más grave.

Pese a lo violento de la situación que puso en riesgo la vida de un pasajero, el atacante, identificado como Emanuel Caliva, fue liberado el 19 de junio aunque ya contaba con antecedentes criminales.

Apenas dos meses después, el 6 de agosto, accedió al beneficio de un juicio abreviado, en el que la fiscalía y defensa llegaron a un acuerdo.

Sin embargo, la familia no participó ni fue anoticiada de esta situación: “Es un dolor terrible porque encima ni nos llamaron por el juicio. De casualidad pasamos por ahí y me dieron los papeles de la condena, que la verdad, si no me la hubieran dado, estaría hoy mucho más tranquilo”, se enojó Rubén, el padre del joven lacerado.

“Esta persona no puede estar libre, cuando mi hijo se enteró, se puso muy nervioso. Encima ya tenía antecedentes”, concluyó.