Condenaron a nueve años de prisión al asesino de Manuel, el hijo de Federico Storani

En marzo de 2016 una "aventura homicida", como la calificó el fiscal le costó la vida a tres personas. Entre ellas a Manuel Storani, de 14 y a su mamá, Ángeles Bruzzone.

El Tribunal en lo Criminal 1 de San Isidro condenó por unanimidad a Pablo Torres Lacal a nueve años de prisión por la muerte del hijo del exdiputado radical Federico Storani, en marzo de 2016 en el Delta del Paraná.

De este modo, anunció que Lacal es culpable del crimen de Manuel Storani, de 14 años de edad; su mamá, Ángeles Bruzzone, y de un tripulante amigo que iba en la embarcación que comandaba el condenado.

Los jueces Alberto Ortolani, Sebastián Hipólito Urquijo y Gonzalo Aquino indicaron que el hombre de 55 años es culpable del delito de “triple homicidio simple con dolo eventual”.

Durante los alegatos el fiscal Diego Caleghari pidió la pena de 12 años de prisión, mientras que Storani, como querellante y a través del abogado Carlos Acosta, pidió 13 años de cárcel por la misma figura delictiva.

Con respecto a la defensa de Torres Lacal, a cargo de Maximiliano Rusconi, abogado de figuras vinculadas al oficialismo como el exministro Julio De Vido, reclamó la absolución.

Durante el juicio, el acusado pidió disculpas a los damnificados: “Fue lo peor que me pasó en la vida. Desde que me desperté, siete días después del accidente, no paraba de llorar. Pido sinceras disculpas porque entiendo lo que están sintiendo”.

El fiscal calificó el accionar como “una aventura homicida”

En la etapa de alegatos, el fiscal del caso, Diego Callegari, pidió 12 años de prisión contra Pablo Torres Lacal y puso de relieve que no se trató de un accidente si no que el accionar de Lacal fue “una aventura homicida”.

“Torres Lacal no podía desconocer que esas conductas matan. No quiso matar, pero aceptó que podía matar”, sostuvo el letrado Carlos Acosta, abogado de Storani .

En el juicio oral se mostraron pruebas que complican la situación procesal de Lacal como el testimonio de una mujer, pareja del acusado, quien reveló que el conducía su lancha en el Delta bajo los efectos del alcohol ya que horas antes del fatal accidente él la llamó y ella le cortó porque “balbuceaba”.

“No se le entendía mucho lo que decía porque había estado tomando y hasta balbuceaba, entonces cortó”,indicó y agregó que que manejaba su lancha Shark II a muy alta velocidad.

Federico Storani: “Siento alivio, pero nadie me lo va a devolver”

Al respecto, Federico Storani aseguró que fue una condena “ejemplificadora”, porque “es difícil comprobar que un accidente se califique como dolo eventual”. También dijo que escuchar la pena fue “una sensación de alivio”, aunque agregó: “Nadie me va a devolver a Manuel ni a Ángeles”.

“La primera sensación que me dio la condena es de alivio. Pero no estoy contento por dos razones: una porque nadie me va a devolver la vida de Manuel ni de Ángeles. Otra porque tampoco me gusta que haya personas que sean privadas de la libertad. Es una cuestión ideológica y lo pienso así”, sostuvo.

El histórico dirigente radical pidió “mayor nivel de responsabilidad del funcionamiento de las instituciones para que la sociedad mejore su calidad”, y aseguró que “los accidentes en el Delta son una epidemia, una de las causas más altas de mortalidad”.

“La finalidad de la pena es preventiva, pero también es disuasiva y tiene que ser ejemplificadora. Esta lo fue, porque no era fácil conseguir una calificación con dolo eventual, que es cuando una persona sabe que con su accionar pone en riesgo la vida de otra persona. En este caso se probó que Torres Lacal conducía a máxima velocidad, en una zona sin luz y haciendo zig zag. Se pasó todos los extremos. Además, no era un menor, era una persona de 45 años, moralmente imputable”, sumó.

Por último, se refirió a los años que tuvo que esperar para obtener justicia. “Se dilató el proceso porque los abogados se dedicaron a presentar recurso tras recurso. Llegaron así hasta la Corte Suprema. A este hombre le pesaban tre muertes encima, pero igual no le importó y siguió dilatando todo. Por suerte, considero que el fallo fue bueno”, cerró.