Esteban Echeverría: denuncian tomas y construcciones ilegales en la Laguna de Rocha

Ambientalistas denunciaron el avance de las usurpaciones y advierten sobre la precariedad en la que viven esas personas.

Asociaciones ambientalistas denunciaron construcciones ilegales que se montan directamente sobre las aguas de la Laguna de Rocha, en el partido de Esteban Echeverría, donde se están construyendo casas, en un nuevo avance de las usurpaciones sobre uno de los humedales más importantes del Gran Buenos Aires.

Para los activistas medioambientales la Reserva Natural, Integral y Mixta poco a poco sufre su destrucción, ante lo que consideran una negligente actitud de las autoridades municipales y organismos de control de las áreas protegidas.

Las asociaciones ambientalistas, vecinos y centros culturales que denunciaron esta situación durante la última reunión del Comité de Gestión de la reserva, se vieron sorprendidos ante la respuesta de los secretarios de Gobierno y de Ambiente echeverrianos, Alejandro Bonomo y Claudio Molero, que confirmaron que “el Municipio no va a intervenir”.

Al margen de las usurpaciones y los rellenos clandestinos, entre la gran cantidad de familias que se establecieron en la zona detectaron que, como consecuencia de las pésimas condiciones en la que viven, muchos se ven afectados por graves problemas de salud, como asma, sarna y tuberculosis.

Si bien no hay certezas sobre cómo se organizan las usurpaciones, se sospecha de punteros políticos y tampoco se descarta que haya intereses de empresas inmobiliarias teniendo en cuenta la envergadura de algunos proyectos. Sin embargo, tienen en claro que “todos miran para otro lado a la hora de tomar decisiones para frenar este desastre ambiental y sanitario”.

En ese sentido, advirtieron que a diario ingresan camiones y volquetes con tierra y escombros, muchos de obras públicas que se realizan en la zona, para venderle por unos pocos pesos a los interesados.

Al respecto, los ambientalistas explicaron que el ingreso de estos vehículos podría controlarse con apenas un control en el acceso del barrio San Joaquín con una cabina y cámaras en la calle Ingeniero Huergo y que desde la comuna desestimaron la propuesta.

Las representantes de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) tampoco comprometieron su apoyo a los vecinos, destacan.

Al encuentro, que tuvo lugar en el cuarto piso del Palacio Municipal, asistieron las asociaciones Vecinos Autoconvocados por la Laguna de Rocha, Colectivo Ecológico Laguna de Rocha, Asociación Civil El Puente Verde, Centro Cultural Metamorfosis y vecinos de 9 de Abril. Por la Provincia concurrió el director de Ordenamiento Ambiental del Territorio y Bienes Comunes, Gabriel Teny.

Ante la pasividad de las autoridades locales y de ACUMAR, los vecinos elevaron reclamos y pedidos de informes al Ministerio de Ambiente bonaerense, y a la Gobernación.

Gabriela Yeras, de Vecinos Autoconvocados por la Laguna de Rocha, lamentó que “no se esté cumpliendo con el fallo judicial Mendoza, que a nadie le importe que destruyan esta Reserva Natural, que no la protejan ni les interese que si siguen rellenando y ocupando esta área van a llegar hasta los Bosques de Ezeiza”.

Hasta el momento están usurpadas la chacra 4, las parcelas 832 y 833 y se avanza sobre la 831, según estimaciones de las asociaciones.

En esta área pueden verse casas que “parecen flotar” sobre el agua y cómo, con otros recursos e ingeniería, están levantando pilotes en la laguna para construir en altura, mientras que con la llegada de más tierra y escombros, se siguen formando calles que facilitan la creación de nuevos asentamientos.

“En los barrios aledaños están alarmados por las nuevas tomas y porque se han enterados de los casos de tuberculosis y sarna que proliferan entre la gente que está viviendo en esas condiciones”, comentó Yeras.

En ese sentido, consideró que “todo esto es muy grave, y ya no es sólo un problema ecológico sino un problema social y sanitario que demanda una intervención urgente de parte del Estado”.

Noemí Nieva, que desde hace 15 años vive en el barrio 9 de Enero, contabilizó al menos 10 casos de tuberculosis en la zona, de los cuales uno falleció el año pasado. “De estos casos, y de que también hay gente con sarna, lo saben las escuelas y el Municipio, pero a nadie parece importarle“, lamentó la vecina.

“La situación que estamos viviendo es compleja, porque los barrios nuevos que se están formando no tienen servicios, descargan los desechos cloacales en las zanjas, saturan la red eléctrica al engancharse del transformador comunitario que tenemos nosotros, o se conectan clandestinamente a la red de agua potable”, puntualizó.

A pesar de los permanentes reclamos a la comuna para lograr mejoras para su barrio, la mujer recordó que “lo único que hizo el Municipio fue levantar un terraplén en la calle Sierras de Fiambalá que terminó perjudicándonos a nosotros, porque ahora nos inundamos siempre”.