Hoy los profesores de secundaria, ante el cierre de las escuelas por el Covid 19, tuvieron que mudar los contenidos pedagógicos a las aulas virtuales.
La formación docente da por sentado que las clases se impartirán en las aulas. Pedir a los profesores que pasen a la enseñanza en línea no los entusiasmó demasiado, sobre todo por lo complejo que les resulta a algunos el uso de las nuevas tecnologías. Sin clases se multiplicó el trabajo docente. Se expandió hacia metodologías hasta el momento desconocidas.
Muchos docentes de este nivel tienen años de experiencia ante los alumnos en forma presencial, pero: ¿cuán preparados estaban, para zambullirse en la educación a distancia?
La digitalización, es una nueva dimensión de la desigualdad, no solo entre los alumnos, caben en ella los profesores: la crisis del coronavirus acentuó las diferencias entre quienes, por la edad quizás, utilizan en su vida diaria todo tipo de tecnologías y otros que solo saben utilizar el Word. Surge entonces la necesidad de que se acompañe a los docentes en el proceso de cambio de los modelos tradicionales.
Tienen que organizar las aulas virtuales, adaptar los materiales de una enseñanza presencial para que sean efectivos en un sistema a distancia, encontrar las herramientas para hacerlo y aprender a manejarlas. Eso es una preparación que no tienen porque nunca se había hecho así.
A esto se suma que la mayoría de los profesores dan clases en varios cursos y en varias escuelas, por lo tanto sus horarios se han ampliado. Reciben consultas constantes y mientras que en clase las responden y se entera todo el grupo, ahora deben responder en varios correos o Whatsapp, además de chequear y verificar de manera continua que el estudiante esté siguiendo la clase.
Deben planificar en formato digital lo que les toma más tiempo. Los más osados tratan de aprender a diseñar y armar presentaciones en PowerPoint, otros intentan utilizar Zoom para que los alumnos puedan seguir la clase, varios las graban y las suben para quien no se pudo conectar, envían fotos, etc., esto les ocasiona una falta de límite en los horarios laborales todo esto sumado al aprendizaje del uso de las nuevas tecnologías.
Hoy la formación docente para solucionar las dificultades que se han percibido en el desarrollo del trabajo a distancia se torna fundamental.
Cursos en línea como Tecnologías de aprendizaje offline y online; Aprendizaje estratégico en ambientes virtuales; Las plataformas digitales en el uso social del lenguaje y Nuevas formas de aprender con educación a distancia, entre otros temas, conducirán a ser más eficaces en el futuro para que esta situación que se dio en la emergencia se traduzca en un cambio a nivel educativo que perdure.
