Claypole logró el ascenso a la Primera C gracias al triunfo agónico sobre Liniers. El equipo de Roque Drago tendrá licencia hasta el 1 de febrero, pero el cuerpo técnico no descansa y se mentaliza en lo que viene.
“Sabía que este grupo estaba maduro para dar el salto. Le transmití que este era el momento, estábamos bien, consolidados y con buenos rendimientos individuales. Siempre mantuvimos la propuesta de jugar y la pelota por el piso, los resultados nos acompañaron y se dio el ascenso”, expresó el entrenador, en diálogo con Info Región.
Conquista y horizonte
La vuelta a la actividad oficial luego de la pandemia no pudo ser mejor para el Tambero. Con el correr de los partidos se consolidaron como líderes de grupo y dieron la estocada final en el cruce con Liniers.
Al respecto, Drago manifestó: “La alegría que está viviendo Claypole en estos días es hermosa. Lo que han logrado los pibes es impresionante y no podemos creerlo todavía”.
“Es un equipo joven pero con mucha madurez y quedó demostrado en el último partido. Siempre mantuvieron la calma hasta último momento”, agregó el ex Arsenal.
Por otra parte, evaluó el armado del grupo para afrontar un nuevo desafío en una categoría compleja: “Estamos encaminados, el equipo no tendrá muchas modificaciones. El refuerzo más importante para nosotros es sostener los nombres, trataremos de apuntalar este grupo con algunas llegadas de la categoría”.
La vuelta del clásico
Gracias al ascenso Claypole tendrá la posibilidad de volver a ver cara a cara a un rival eterno como es San Martín de Burzaco. Ambos equipos protagonizarán el clásico barrial, ahora en una división más arriba.
“Es algo que suma al folklore del fútbol, para el hincha y los jugadores nacidos en el club. Nosotros lo tomamos como un clásico y siempre son lindos, pese a este contexto en el que se juega sin público”, sentenció Drago, en charla con este medio.
