El ex campeón del mundo de boxeo en la categoría supergallo, el chaqueño Sergio Víctor Palma, falleció a las 8 de hoy, a los 65 años, en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, donde permanecía internado desde el 14 de junio por contagio de coronavirus que le ocasionó dificultades para respirar que se sumaron a su condición de paciente de riesgo por un accidente cerebrovascular sufrido en 2004 y estar afectado de Parkinson.
Con apenas 55 kilos, Palma fue uno de los pocos boxeadores argentinos que ganó el título del mundo de campeón mundial por la Asociación Mundial de Boxeo en los Estados Unidos y ante un boxeador local, Leo Randolph, el 9 de agosto de 1980. Anteriormente, el 15 de diciembre del 79, en la colombiana Barranquilla, estuvo a punto de noquear a Cardona, pero se llegó a las tarjetas donde se se impuso el local, que a su vez el 4 de mayo del 80 perdió la corona a manos del estadounidense Randolph.
Discípulo de Santos Zacarías, tuvo cinco defensas de su corona entre noviembre de 1980 y junio de 1982: en ese lapso venció al panameño Ulises Morales, al dominicano Leo Cruz, al colombiano Ricardo Cardona, al tailandés Vichit Muangroi-et y al panameño Jorge Luján que coronaron una foja de 62 combates, con 52 victorias (20 antes del límite), cinco derrotas e igual cantidad de pardas.
Había nacido en la nochenueva de 1956 en La Tigra, en el corazón del impenetrable chaqueño, y se crió en medio de la más pobre de las pobrezas quilmeñas. “Fui un niño desnutrido”, confesó un día, “sSi no, tal vez habría sido pluma, liviano junior, andá a saber”.
De ojos verdes intensos fue unos de los mejores boxeadores de corta distancia que dio Argentina. Poeta y cantor, tras su retiro se dedicó a la formación de púgiles y se incorporó a la redacción del matutino deportivo Olé donde analizaba todo lo que discurrían dentro del ensogado y sus bambalinas, También presidió la Asociación Defensa de Boxeadores Argentinos.
Un accidente automovilístico en 2004, cuando circulaba por el puente Pueyrredón, derivó en un accidente cerebrovascular. Poco tiempo después, le extirparon un tumor maligno de un riñón y años más tarde fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson.
