El Concejo Deliberante de Almirante Brown aprobó este jueves una ordenanza que establece modificaciones en el Código de Planeamiento Urbano. También se sancionó un repudio al protocolo para el uso de armas que implementó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para las fuerzas federales.
Los cambios en el Código apuntan al reordenamiento urbano “sobre los cascos céntricos, no solamente de la localidad de Adrogué sino también Burzaco, San José, Longchamps, entre otras, además del parque industrial”, según justificaron desde el oficialismo aunque también permitirá aumentar la cantidad de pisos que tendrán los nuevos edificios.
“Era algo necesario porque tenemos legislaciones de hace diez años. Hay que aggionarse y por eso se abrió mucho el debate”, sostuvo el concejal del bloque PJ-Unidad Ciudadana Ángel Akike en declaraciones a Info Región tras la sesión.
Votación
La iniciativa del Ejecutivo contó con el aval del oficialismo mientras que el bloque Cambiemos votó dividido ya que acompañaron Miriam Niveyro y Claudio Villagra, en tanto que Julio Arriete, Camila Crescimbeni, Patricia Bontempo y Rodrigo de Abajo se abstuvieron.
Consultado al respecto, Arriete indicó que “en líneas generales el proyecto era atendible”. “No tenía que ver con diez manzanas de Adrogué como es habitual pero el problema es que el texto nos dieron 48 horas antes por lo que expedirse con en el poco tiempo que tuvimos era ridículo”, expresó el edil macrista.
Remarcó, además, la necesidad de pensar “más allá del concepto de desarrollo para atender al patrimonio cultural y la identidad de los barrios de Brown que se distinguen del resto”.
Protocolo
En la sesión ordinaria, por otra parte, el Concejo avaló un comunicado impulsado por el bloque oficialista en repudio al protocolo para el uso de armas implementado por el Gobierno nacional.
El proyecto fue rechazado por Cambiemos y Arriete defendió el protocolo ya que aseveró que “tiene que ver con un paso más en tener una policía activa que esté trabajando a favor de la gente”.
Akike, en tanto, defendió el repudio y alertó que con el protocolo “de alguna manera, se está habilitando la pena de muerte”. “Es erróneo pensar que eso ayuda a la policía. La pone en un lugar más incómodo”, concluyó.
